A partir de la hora cero de hoy la legislación británica, que liberaliza el aborto y permite los matrimonios entre personas del mismo sexo, será legal en Irlanda del Norte, y el ministro británico para Irlanda del Norte, Julian Smith, adelantó que los primeros matrimonios homosexuales se celebrarán en la región en febrero del año próximo.
Al mismo tiempo, el gobierno del Reino Unido prevé que los primeros servicios que permitirán abortar a las mujeres en Irlanda del Norte en base a la nueva normativa estarán listos el próximo mes de marzo.
Los miembros de la Asamblea regional norirlandesa -que carece de ejecutivo regional desde enero de 2017 y tiene todas sus instituciones autónomas paralizadas y sus asuntos corrientes son gestionados desde Londres- fracasaron en su último intento de anular la legislación de Westminster.
El Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario entre la comunidad protestante, contrario a ambas medidas, convocó para este 21 de octubre -fecha límite impuesta por el gobierno británico- a la Asamblea para tratar de vetar esa legislación, pero al no contar con el apoyo nacionalista no se pudo elegir al presidente ni llevar a cabo trámite alguno y la sesión quedó cancelada en menos de una hora, reportó la agencia EFE.
Con esta noticia, el Parlamento del Reino Unido (Westminster) impondrá la legislación que en 1967 liberalizó el aborto en Inglaterra, Escocia y Gales, y que hasta hoy nunca se aplicó en Irlanda del Norte.
Bajo la ley actual, el aborto solo era permitido si está en riesgo la vida de la madre o si existe un riesgo de daño serio y permanente a su salud.
La violación, el incesto o las anormalidades en el feto -incluso cuando los médicos creen que no sobrevivirá- no son hasta ahora motivos legales aceptables para abortar.
A partir de ahora, bajo la legislación británica, las mujeres podrán interrumpir su embarazo durante las primeras veinticuatro semanas, siempre que dos médicos consideren que tener al bebé supone un riesgo mayor que abortar para la salud física o mental de la madre.
La legalización del aborto en Irlanda del Norte continúa siendo tema de controversia en el país.
La activista Dawns Purvis declaró en un mitín público en Belfast: “No vamos a soportar más el sentimiento de culpa y de vergüenza. Mañana con las leyes en funcionamiento, y por primera vez en Irlanda del Norte, las mujeres serán libres”.
Y por el otro lado, el conservadurismo religioso en Irlanda del Norte, tanto de protestantes como de católicos, consideró que “es un día muy triste. Es una ofensa para la dignidad humana”, declaró Arlene Foster, líder del Partido Unionista Democrático (DUP).