Isabel II despidió a Angela Merkel en el castillo de Windsor
La monarca más longeva de la historia de Reino Unido recibió el viernes por última vez a la canciller alemana, a punto de abandonar un cargo que lleva más de 15 años desempeñando.
Gtres
20:35
yer Angela Merkel viajó por última vez a Reino Unido como canciller de Alemania, cargo que abandonará a finales de este año y que desempeña desde 2005. Tras mantener una reunión con Boris Johnson en Chequers, la residencia de verano del primer ministro británico, la canciller visitó por la tarde el castillo de Windsor, donde fue recibida en audiencia por la reina Isabel II.
Consciente de que un encuentro semejante tardará mucho tiempo en repetirse, la monarca invitó a la canciller a posar con ella para los fotógrafos y “hacer historia”, según le dijo a Merkel. No era para menos, porque hablamos de dos de las mujeres más poderosas del mundo y que más tiempo llevan ejerciendo sus respectivos cargos: si la reina Isabel II ostenta el record del reinado más largo de la historia de Reino Unido, Angela Merkel hizo historia en las elecciones federales de 2005 como la primera mujer que consiguió ganar la cancillería de Alemania y está camino de igualar el récord del mandato de 16 años de quien fuera su mentor, Helmut Kohl, hasta ahora el canciller más longevo que ha habido.
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No faltaron en el encuentro de las dos Jefas de Estado los habituales gestos de diplomacia que la reina Isabel II hace a aquellos líderes extranjeros que la visitan. Vestida con un vestido de flores en tonos azul y verde, la monarca escogió para recibir a Merkel el broche Cambridge de esmeraldas, una joya que la familia real británica adquirió precisamente en Alemania. Y más concretamente, en una lotería benéfica de Frankfurt en la que los entonces duques de Cambridge, el príncipe Adolfo y la princesa Augusta, tatarabuelos de la reina Isabel II, participaron y ganaron un lote de esmeraldas en 1818, mientras disfrutaban de su luna de miel en dicha ciudad alemana.
Muerta la princesa Augusta, las joyas fueron heredadas años después por su nieta, la reina María de Teck. La abuela paterna de la actual monarca británica utilizó las esmeraldas para hacerse el referido broche y otras de las piezas que hoy forman parte de un joyero cargado de historias que, a la vista está, la reina Isabel II conoce perfectamente.