Por Bryan J. Mayer
Las generaciones menores a los 70 años no conocen un contexto que incluya a Gran Bretaña sin Isabel II como Jefa de Estado. ¿Qué ordena el protocolo soberano a partir de ahora?
Por Bryan J. Mayer
No hace falta ser fanático del mundo monárquico ni mucho menos tener devoción a Inglaterra para prestar atención a lo que ocurrió este jueves: falleció la reina Isabell II. Lo era hacía 70 años, al asumir poco más de un año después de la muerte de su padre. Si bien todo lo concerniente a la sucesión está escrito de antemano, vale la pena despejar la curiosidad de algunos detalles que nos acerca la consultora internacional de comunicación Brunswick Group, con sede en Londres desde 1987.
El primer comunicado en los medios de comunicación estuvo a cargo de la BBC, el ícono de la comunicación inglesa. Allí la programación normal fue interrumpida. Todas las redes sociales y sitios webs oficiales tendrán como perfil a los escudos oficiales y las portadas se tornan negras en su composición. En cuanto a las instituciones de Estado y Gobierno, todo fue detenido. Por ejemplo, se interrumpieron todas las agendas parlamentarias de Reino Unido, Irlanda del Norte, Escocia y Gales previstas para los próximos días. Las banderas están a media asta y habrá luto por diez días.
Si bien el nuevo rey determinará cuándo será la ceremonia marco para su ascensión al trono, ya ostenta el atributo desde este momento. Una tradicional regla de derecho consuetudinario indica “Rex nunquam moritur”, lo que significa: el Rey nunca muere. Esto hace referencia a que el soberano perece pero el gobierno continúa, por ello, todas las formalidades son simplemente a modo de validación de dicha situación y condición. Lo primero será cuando el Consejo de Adhesión se reúna en el Palacio de St. James para confirmar que el actual Príncipe de Gales (Carlos, hijo de Isabell II) adhiere al trono y será proclamado nuevo soberano.
En medio de lo que será un fuerte congestionamiento de transeúntes y tránsito, una vez cumplidos los pasos de despedida de la reina Isabel II, las miradas comenzarán a posarse hacia el proceso de ascensión del Rey Carlos.
El segundo día tras la muerte de Isabell II, su féretro volverá al Palacio de Buckingham. Poco después, el nuevo rey iniciará una gira por todo el territorio para participar de las ceremonias funerales pertinentes y recibir las condolencias de los distintos representantes. Unos 10 días después de su muerte, el funeral oficial se llevará a cabo en la Abadía de Westminster. Será el Día de Luto Nacional.
Mirando hacia el futuro, y al eventual posterior sucesor a la corona, el príncipe William podrá convertirse en príncipe de Gales pero eso depende exclusivamente de la determinación que tome el nuevo rey. En cuanto a su rol como nuevo duque Cornualles, sí lo es automáticamente porque se trata de un rol heredable.