La reina Isabel II se ha sumado al boicot cultural a Rusia al retirar el permiso para que tres piezas de su colección de arte se exhiban en los museos del Kremlin.
La reina ha retirado el permiso para que varias piezas de su colección de arte participen en una exposición de Moscú. Además, se ha dejado ver vestida de azul y amarillo, colores que también utilizó en la ornamentación floral de su despacho.
La reina Isabel II se ha sumado al boicot cultural a Rusia al retirar el permiso para que tres piezas de su colección de arte se exhiban en los museos del Kremlin.
Las obras en cuestión se tratan de tres espadas del siglo XVII (incluida una del rey Carlos I) en posesión de The Royal Collection, la colección de arte privada de la familia real británica.
Según publica el diario The Guardian, la Royal Collection había dado su visto bueno para que las espadas formaran parte de una exposición sobre el duelo que iba a inaugurarse este mes de marzo en los museos del Kremlin. Sin embargo, a mediados del pasado febrero retiró su permiso, coincidiendo con el acercamiento de tropas rusas a la frontera ucraniana previa a la invasión.
La misma decisión han adoptado otras instituciones europeas que iban a colaborar con la exposición, lo que tal y como ha confirmado el Kremlin, ha provocado su cancelación.
“El núcleo del proyecto consiste en la exhibición de piezas procedentes de museos europeos, los cuales han tenido que retirarlas antes de tiempo debido a la situación geopolítica", reza el comunicado de los museos del Kremlin. "Los museos (del Kremlin) se encuentran trabajando para celebrar la exposición sin la participación europea y expresan su sincero agradecimiento a la comunidad museística rusa por la asistencia ofrecida en estas difíciles circunstancias”.
Según The Guardian, el principal patrocinador de la exposición es la fundación cultural de Alisher Usmanov, un magnate ruso considerado el testaferro de Putin y uno de los primeros oligarcas en ser sancionado tanto por Reino Unido como por la Unión Europea y Estados Unidos.
Aunque por el momento la reina Isabel II no ha condenado expresamente las acciones de Putin como otros monarcas europeos, en sus últimas apariciones públicas ha aprovechado su ropa para lanzar mensajes de apoyo a Ucrania.
Ayer, escogió un vestido con un estampado de cachemira con los colores de la bandera ucraniana para una audiencia en el castillo de Windsor, algo que ya hizo la semana pasada, cuando además adornó su despacho con flores azules y amarillas.