Los científicos del grupo biofarmacéutico islandés deCODE Genetics' laboratory en Reikiavik han trabajado sin descanso durante los últimos 10 meses analizando cada prueba de coronavirus positiva en Islandia a petición de las autoridades sanitarias del país. El objetivo es rastrear cada caso para no pasar por alto los problemáticos.
"Nos lleva relativamente poco tiempo hacer la misma secuenciación", explica el jefe del laboratorio, Olafur Thor Magnusson, citado por la revista Medicalxpress. Hacen falta unas tres horas para determinar la cepa del virus, pero todo el proceso, desde el aislamiento del ADN hasta su secuenciación, puede llevar hasta un día y medio. De este modo, los científicos han identificado 463 variantes separadas, o haplotipos.
Tenés que leerIslandia hace oficial el uso obligatorio del tapabocasAntes de la secuenciación, primero se aísla el ADN de cada muestra y luego se purifica utilizando cuentas magnéticas. A continuación, las muestras se llevan a pequeñas máquinas que se asemejan a escáneres. Son secuenciadores de genes que cartografían el nuevo genoma del coronavirus. Dentro de cada máquina, hay una caja negra que contiene las moléculas de ADN. Esta tecnología ha desempeñado un gran papel en Islandia desde el comienzo de la pandemia. "La secuenciación de las muestras es clave para ayudarnos a seguir el estado y el desarrollo de la epidemia", relató la ministra de Salud, Svandís Svavarsdóttir, a la AFP.
Las autoridades han utilizado la información adquirida mediante la secuenciación para decidir sobre medidas precisas y específicas para frenar la propagación del virus, agregó. Alrededor de 6.000 casos del SARS-CoV-2 reportados en Islandia han sido secuenciados. De este modo, el país europeo llegó a ser el líder mundial en la secuenciación del virus. Aunque varios países como el Reino Unido, Dinamarca, Australia y Nueva Zelandia también llevan a cabo el mismo proceso científico, ninguno de ellos se acerca a los niveles de Islandia.
La Organización Mundial de la Salud había instado a todos los países a acelerar la secuenciación del genoma para ayudar a combatir las variantes emergentes, como la del Reino Unido y de Sudáfrica. Aunque la variante sudafricana no se ha detectado en Islandia, se han identificado 41 personas como portadoras de la variante británica.