Con el regreso a clase de casi un millón de alumnos en cinco regiones del país, Italia continúa su plano gradual de reapertura de las aulas, en medio de un marcado mejoramiento de la situación epidemiológica del coronavirus en la última semana. Los alumnos de colegios secundarios de Lombardía, Liguria, Las Marcas, Umbria (castellanizado como Umbría), con porcentajes entre el 50 y el 75% de la capacidad máxima de cada establecimiento, regresan desde este lunes a las clases, tras el receso por la epidemia de coronavirus.
En Lombardía, motor económico del país y la región más golpeada por la pandemia, el regreso a las clases presenciales involucra a unos 600.000 estudiantes y se da para el 50% de los alumnos, escalonados en dos tandas: un 35% entró a las 8 de la mañana, y el restante 15% a las 9.30. Este lunes también retomaron las clases presenciales los alumnos de las escuelas medias en la región de Campania.
La reapertura gradual de las aulas en todo el país, habilitada por un decreto del primer ministro Giuseppe Conte a inicios de año, se da en medio de una mejora de la situación epidemiológica que, en los últimos siete días, mantuvo el índice de positividad en torno a los cinco casos positivos de coronavirus cada cien test hechos a nivel nacional.
Además de los alumnos que regresaron este lunes, otros 640.000 estudiantes de secundaria ya habían hecho su retorno a clases el lunes 18 de enero en Lacio, Emilia-Romaña, Molise y Piamonte. Además, el 11 de enero, lo habían efectuado las escuelas secundarias del Valle de Aosta, Toscana y Abruzos, mientras que en Trentino Alto Adige los estudiantes regresaron el día 7 de este primer mes del año. No hay estudiantes de secundaria en Friuli Venecia-Julia, Véneto, Cerdeña, Basilicata, Calabria, Campania y Apulia, quienes regresarán el primer día de febrero.
Luego está Sicilia que está en la zona roja, la de mayor riesgo, y en la que solo asisten a clases los alumnos de hasta sexto grado. Con los alumnos que volvieron este lunes, ya son unos 6 millones, de los cerca de 8.400.000 estudiantes que tiene el país hasta secundaria, los que han regresado a clases tras el receso motivado por las fiestas de fin de año y el agravamiento, ya superado, de la situación epidemiológica.
Todo esto se da en el marco de una nueva crisis del gobierno que lidera Giuseppe Conte. En efecto, tras haber sido ratificado en el parlamento la semana pasada, el primer ministro italiano se arriesga a otra crisis política en las próximas horas por las demoras en encontrar a nuevos aliados de centro que sostengan al gobierno y con presiones del propio oficialismo para definir la nueva composición de la coalición antes del martes.
"O encontramos la mayoría en 48 horas o mejor ir a votar", planteó el canciller Luigi Di Maio, miembro del oficialista Movimiento Cinco Estrellas (M5E), en declaraciones televisivas a última hora del domingo.
El pedido de Di Maio se dan en un marco en el que Conte ve retrasos en su plan para encontrar a legisladores de centro, los denominados "constructores", que se sumen a la coalición de gobierno para "agrandar la coalición" que la semana pasada obtuvo 156 apoyos en el Senado, a cinco de la mayoría absoluta.
Según los diarios La Stampa y Repubblica, varios de los "constructores" le habrían pedido al premier que presente su renuncia formal al presidente Sergio Mattarella para recibir el encargo de formar un nuevo gobierno al que los legisladores de centro puedan sumarse de manera formal, con un grupo legislativo propio.