El Litoral
Tendrán que elegir a los casi 1.000 parlamentarios que buscarán formar un nuevo gobierno.
El Litoral
Télam
En un contexto de fuerte división política entre tres grandes bloques, Italia irá a las urnas el próximo 4 de marzo para elegir a los casi 1.000 parlamentarios que buscarán formar un nuevo gobierno.
El primer ministro Paolo Gentiloni y el presidente Sergio Mattarella dispusieron este viernes que el país vote el próximo 4 de mazo para elegir a los 630 diputados y 315 senadores que conformarán la decimoctava legislatura de la República, con el objetivo de formar un nuevo gobierno.
Gentiloni firmó a última hora de esta tarde el decreto de convocatoria a elecciones luego de que Mattarella activara el artículo 88 de la Constitución con la disolución de la actual Legislatura, que había iniciado sus funciones en marzo de 2013 y que tenía un plazo máximo de cinco años.
De todos modos, los próximos comicios se darán en un contexto de fuerte división entre tres grandes bloques que hace muy difícil que alguno logre el 40% necesario para formar gobierno, como establece la ley electoral aprobada en octubre y que debutará en marzo, la "Rosatellum bis".
El oficialista Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y el bloque de centroderecha en el que sobresale la Fuerza Italia del tres veces Premier Silvio Berlusconi aparecen como los grandes protagonistas de cara a unas elecciones para las que ya se inició de hecho la campaña electoral.
Con ese virtual reparto del electorado en tercios según las encuestas, Gentiloni, en el cargo desde diciembre de 2016, permanecerá como Premier "en funciones" hasta las elecciones, ante la posibilidad de que la fragmentación y paridad del voto en marzo no permita la formación de un gobierno con la nueva legislatura.
La "Rosatellum bis" propone un sistema mixto entre uno mayoritario, por el que asignarán el 36% de los escaños, y uno proporcional, por el que se elegirán el otro 64% de las bancas entre las fuerzas que superen el 3% de los votos a nivel nacional.
Gentiloni, asumido hace poco más de un año con la misión de darle al país una ley electoral homogénea tras la renuncia de su copartidario Matteo Renzi, logró la estabilización de las variables macroeconómicas del país y aseguró este jueves que seguirá al mando hasta la elección de un nuevo gobierno.
"Italia no se pone en pausa: continuaremos gobernando. Un gobierno está en funciones hasta que lo sustituye otro", planteó el líder democrático, que de todos modos anunció que hará una "contribución" a la campaña del PD, que con seguridad postulará a su secretario general Renzi como candidato para marzo.
Las chances de que el PD repita el primer lugar que obtuvo en 2013 encabezando una coalición de centroizquierda se ve más complicada este año luego de la escisión que sufrió en noviembre, con el desprendimiento de "Libres e Iguales", al que adhirieron los presidentes de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, y de Senadores, Pietro Grasso, hasta entonces parte del oficialismo.
En el M5E, el vicepresidente de la Cámara de Diputados Luigi Di Maio buscará con 31 años ser el Premier más joven de los 28 que tuvo la república desde 1946, tras haber moderado el discurso antieuropeísta y en base a críticas al establishment político que han hecho a su fuerza pasar a encabezar buena parte de los sondeos nacionales.
La centroderecha en tanto buscará repetir el éxito que obtuvo en las regionales de Sicilia a inicios de noviembre y presentará una alianza de Fuerza Italia, la xenófoba Liga Norte y Hermanos de Italia.
El candidato a Premier de ese espacio dependerá en parte de la decisión del tribunal europeo de Derechos Humanos sobre un recurso presentado por Berlusconi para que le levanten una prohibición de presentarse a cargos políticos que le pesa hasta 2019 por una condena por corrupción.
En las últimas semanas, Renzi ya inició una recorrida en tren por Italia, Berlusconi se consolidó como portavoz de la centroderecha con promesas de un ingreso mínimo universal garantizado de 1.000 euros y Di Maio insiste en campaña con la reducción de los costos de la política y promete una "revolución" en energía que abarate las tarifas para casas y empresas.
La permanencia de Gentiloni y su gabinete en funciones puede tonarse un factor de estabilidad considerando que en 2013, tras la asunción de la legislatura, el país tardó más de un mes en elegir al gobierno de Enrico Letta, luego de que fracasaran los intentos para armar una coalición con Pier Luigi Bersani como Premier.
De todas formas, el gobierno de Letta duró menos de un año y en febrero de 2014 un pacto entre el PD y Fuerza Italia llevó a Renzi al gobierno hasta diciembre de 2016, cuando renunció al perder el referéndum sobre la reforma constitucional que había impulsado y fue reeemplazado por su hasta entonces canciller Gentiloni.
Si bien los padrones definitivos estarán disponibles a mediados de enero, se estima que para los comicios de marzo habrá más de medio millón de habilitados para votar desde Argentina, donde en 2013 197.725 de los 574.140 habilitados votaron para Diputados y 174.925 lo hicieron para el Senado.