Mientras Jair Bolsonaro continúa en Estados Unidos y Lula da Silva comienza su tercer mandato al frente de la presidencia de Brasil, los ciudadanos y los medios especializados del país empiezan a pensar en las próximas elecciones presidenciales.
Ambas mujeres competirían con Simone Tebet por el máximo puesto político de Brasil. Simone fue la tercera candidata con más votos detrás de Lula y Bolsonaro en 2022.
Mientras Jair Bolsonaro continúa en Estados Unidos y Lula da Silva comienza su tercer mandato al frente de la presidencia de Brasil, los ciudadanos y los medios especializados del país empiezan a pensar en las próximas elecciones presidenciales.
En ese contexto, la actual esposa del presidente Lula, Rosangela da Silva, conocida como Janja y Michelle Bolsonaro, esposa del ex presidente Jair Bolsonaro son dos de las candidatas que competirían por el máximo puesto político del país.
La primera de ellas tiene 56 años, es socióloga y milita en el Partido de los Trabajadores (PT) desde 1983. En la reciente visita de Lula a los Estados Unidos, llamó la atención el hecho que Janja entró en la Casa Blanca de la mano con el Presidente americano, Joe Biden.
Empieza a haber un consenso en que Janja, que goza de simpatía popular y que ha sido una pieza clave en la reelección de Lula con su activismo político, será una posible candidata en 2026 si para entonces el presidente no se sintiera con fuerzas físicas para emprender una nueva campaña electoral.
Por otro lado, Michelle Bolsonaro, una evangélica fervorosa que, sin esperar a su marido, ya ha vuelto de los Estados Unidos sería otra candidata. Sobre ella empiezan a colocar sus ojos los políticos que hasta ahora eran seguidores de Jair Bolsonaro y están a la búsqueda de un sustituto suyo en caso de que él acabara inelegible.
La tercera posible candidata mujer para suceder a Lula es la exsenadora y actual ministra de Planificación del partido conservador, MDB, del centro derecha, Simone Tebet, que en las elecciones fue la tercera más votada después de Lula y Bolsonaro.
Ella llamó la atención durante la campaña al haber anunciado su voto en la segunda vuelta para el izquierdista Lula. Lo justificó con estas palabras: “Lo que está en juego es mayor que cada uno de nosotros. Votaré en mi condición de demócrata y mi conciencia brasileña. En este momento no cabe neutralidad”.
En el inconsciente político de millones de brasileños, Tebet representa de algún modo a los que rechazan votar, sea a la izquierda o a la derecha.