El partido gobernante de Japón y sus aliados ganaron las elecciones de este domingo para renovar la Cámara Alta del Parlamento, dos días después del asesinato del exprimer ministro Shinzo Abe durante un mitin de campaña.
El Partido Liberal Democrático (PLD), al que pertenecía el exprimer ministro, obtuvo una amplia mayoría en la Cámara Alta del Parlamento.
El partido gobernante de Japón y sus aliados ganaron las elecciones de este domingo para renovar la Cámara Alta del Parlamento, dos días después del asesinato del exprimer ministro Shinzo Abe durante un mitin de campaña.
El oficialista Partido Liberal Democrático (PLD), al que pertenecía Abe, reforzó su dominio al ganar 63 de los 125 escaños de la Cámara Alta, según las proyecciones de la prensa nipona.
La victoria significa un voto de confianza para el actual primer ministro, Fumio Kishida, en medio de la creciente inflación y la tensa situación geopolítica. Con este fortalecimiento legislativo, podrá gobernar sin interrupción hasta los comicios previstos para 2025.
El PLD obtuvo 63 escaños, más de la mitad de los 125 que estaban en juego en los comicios. De esa manera, aumentó a 146 sus bancas en conjunto en el Parlamento, sobre un total de 248, por lo que conserva una marcada mayoría. Fueron los mejores resultados electorales de la fuerza gobernante desde 2013.
Esto permitirá a Kishida trabajar en políticas de largo plazo como la seguridad nacional, su política económica "nuevo capitalismo'' aún vaga, y el objetivo perseguido desde hace mucho tiempo por su partido de enmendar la constitución pacifista de posguerra del país redactada por Estados Unidos.
Una iniciativa para un cambio en la Constitución es ahora una posibilidad. Con la ayuda de dos partidos opositores que apoyan la modificación, el bloque gobernante tiene ahora la proporción necesaria de voluntades para proponer una enmienda, y la posibilidad es real.
Kishida y altos miembros del partido guardaron un minuto de silencio en honor de Abe en la sede electoral del partido antes de colocar rosas de papel sobre un pizarrón blanco junto a los nombres de los candidatos que lograron escaños.
Abe, de 67 años, fue asesinado a tiros el viernes cuando pronunciaba un discurso de campaña en la ciudad occidental de Nara. Murió de una fuerte hemorragia, a causa de los disparos.
Era el dirigente político que más tiempo había llevado las riendas de Japón al hacerlo durante dos periodos, y aunque dimitió en 2020 tenía una gran influencia en el PLD cuando dirigía su mayor facción, la Seiwakai.
Kishida recibió con beneplácito la importante victoria, pero sin sonreír debido a la trágica pérdida de Abe y la difícil tarea de unificar sin él al partido.
En entrevistas con la prensa el domingo en la noche, Kishida reiteró: "La unidad del partido es más importante que cualquier otra cosa''.
Señaló además que las respuestas al Covid-19, la invasión de Rusia a Ucrania y enfrentar el alza de precios serán sus prioridades, y que insistirá en reforzar la seguridad nacional de Japón, además del cambio constitucional.
Confirmado el holgado triunfo, se reunió el lunes con el jefe diplomático de Estados Unidos, Antony Blinken, quien le expresó sus condolencias por la muerte del influyente Abe y reiteró la firme alianza entre los dos países.
En su primera comparecencia tras la victoria electoral, Kishida aseguró que hará suyas las dos principales tareas inconclusas del difunto Shinzo Abe: la enmienda constitucional y resolver los secuestros de japoneses a manos de Corea del Norte.
El ambiente en Japón y en el mundo "está cambiando rápidamente y hay muchos problemas. (...) Creo que el propio Abe era quien más lo lamentaba", dijo Kishida desde la sede del PLD.
"Los problemas que él no pudo solucionar los haré míos", dijo el actual gobernante nipón, entre los que destacó el tema de los secuestros y la reforma de la Constitución, largamente buscada por Abe y que podría verse facilitada tras el resultado electoral.
Kishida se mostró satisfecho con los resultados: "Nuestro objetivo era asegurar la mayoría y lo hemos superado". Lo hicieron logrando un margen mayor que en los anteriores comicios de tres años antes, lo que interpreta como una señal de que los japoneses "ven que estamos entrando en un punto de inflexión" y les "están confiando el futuro del país".
Entre las tareas pendientes que se les ha encomendado encauzar, Kishida mencionó la inflación creciente, que está afectando sobre todo a los alimentos y la energía, y también se refirió a la nueva estrategia sobre política de defensa que el Gobierno debe elaborar para finales de año y con la que busca aumentar sus capacidades militares.
"No eliminaremos ninguna opción, sino que las valoraremos de forma realista", dijo Kishida, en un momento en el que las políticas de defensa han cobrado especial importancia por la invasión de Ucrania.
Otro de los grandes proyectos pendientes es la reforma de la Carta Manga nipona. La revisión "ha sido uno de los puntos del programa del PLD desde su establecimiento", señaló Kishida, que dijo que esperan "acelerar el inicio del proceso para proponer la enmienda constitucional" y ganar el apoyo suficiente del público para su aprobación en el curso de las deliberaciones parlamentarias.
Tras las últimas elecciones, los partidos favorables a la revisión de la Constitución suman 177 escaños en la Cámara Alta, por encima de los dos tercios (166) necesarios para plantearla.