Rozas recibió una serie de mensajes a mediados de noviembre, tras lo cual realizó la denuncia como ciudadano particular en la Fiscalía Metropolitana Oriente, y el caso quedó a cargo del persecutor de Alta Complejidad, Felipe Sepúlveda, quien realiza pesquisas en conjunto con el OS-9, de acuerdo a la prensa chilena.
El militar ya declaró en calidad de víctima ante el fiscal, instancia en que relató que "aproximadamente a las 21:07 del día 17 de noviembre me comenzaron a llegar gran cantidad de mensajería Whatsapp desde remitentes que desconocía, siendo alertado de que mis datos habían sido publicados a través de cuentas Twitter bajo el nombre AnonymousChile (@AnonsOps_Cl), dentro de las cuales estaba mi nombre completo, cédula de identidad, un domicilio, además del correo electrónico y número telefónico", según su declaración que reproduce El Mercurio.
"Entre los mensajes que me llegaron destacan dos de ellos, en los que me señalaban directamente que (me) matarían a mí y mi familia, como además que sería víctima de un atentado", aseguró el jefe de Carabineros.
Incluso, complementa el diario La Tercera, otro mensaje amenazaba que le "sacarían los ojos" a algunos miembros de su familia.
Según ese matutino, el fiscal Sepúlveda identificó a un sospechoso: un hombre de 58 años que ya declaró en la causa; no fue dejado detenido, sino que sólo apercibido, pendiente a cualquier citación.
Según fuentes que cita Radio Cooperativa, hubo una filtración de datos de 29 mil carabineros ocurrida el 25 de octubre y esa fue la manera en que el contacto de Rozas llegó a manos desconocidas.
Incluso, afirmó el general director, "utilizaron mis datos personales para la publicación de venta de un vehículo en la página Yapo.cl, dejando como mensaje mi contacto de Whatsapp y la dirección de contacto", según El Mercurio.
Tras realizar la denuncia, el jefe de Carabineros optó por cambiar su número de teléfono, el cual ahora es manejado hoy con estricta reserva y sólo lo conocen su círculo de asesores más cercanos y el Presidente Sebastián Piñera, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel y el subsecretario Rodrigo Ubilla.