"Nuestra bandera en la Casa Blanca está todavía ondeando a media asta por las ocho víctimas del tiroteo masivo en Georgia, así como por otras diez vidas arrebatadas en otro tiroteo en masa en Colorado. Otros 250 estadounidenses murieron a balazos durante la semana entre esas dos tragedias", alertó Biden ante de los miembros del Congreso a finales de abril. En su discurso el mandatario se fijó en el derecho y el control de venta y almacenamiento de las armas, uno de los temas clave de la política nacional estadounidense desde hace décadas.
Biden ofreció ejemplos como estos en el Congreso para convencer a los legisladores de que es necesario apoyar lo antes posible una serie de proyectos de ley lanzados por la Casa Blanca y orientados a endurecer las reglas de venta de armas a la población.
La reciente historia de Estados Unidos ha estado repleta de tragedias parecidas, algunas de las cuales tuvieron lugar con la llegada del actual presidente. Así, desde principios del 2021 hasta mediados de abril fueron registrados al menos 147 masacres, revela la organización no gubernamental Gun Violence Archive. En el 2018 los civiles de todo el mundo poseían aproximadamente 857 millones de armas de fuego, de las cuales 393 millones fueron registradas en EEUU, según la investigación anual de la empresa suiza Small Arms Survey. Desde entonces el país norteamericano ha visto cómo la demanda de armas aumentaba debido a un convulso 2020.
Tenés que leerEstados Unidos: una alumna de sexto grado llevó un arma a la escuela e hirió a 3 personasLa pandemia, las protestas y las dudas acerca de los resultados de las elecciones presidenciales socavaron la confianza de los estadounidenses en el futuro. Así que es más probable que ahora el número de armas en manos de civiles en el país norteamericano supere los 400 millones, calcula Reno Gazette Journal.
En su discurso Biden no presentó propuestas radicales. Se limitó a instar a los legisladores republicanos a que apoyaran a los demócratas y votaran a favor de los dos proyectos de ley aprobados anteriormente por la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU.
El primer proyecto contempla endurecer el chequeo que deben aprobar quienes estén interesados en adquirir armas de fuego. El segundo supone la eliminación de la conocida como laguna Charlston, que permite a los comerciantes decidir por su cuenta si venden o no un arma a un cliente si la verificación de sus antecedentes penales por el Buró Federal de Investigaciones dura más de tres días. La Casa Blanca propone prorrogar este plazo. Además, el mandatario abogó por prohibir vender a la población armas de asalto y cargadores de gran capacidad. Desde 1994 hasta 2004 el mercado de armas de EEUU se regía por estas limitaciones. Los expertos no están seguros de que tuviesen entonces un efecto positivo, pero Biden afirmó lo contrario en su discurso.
Actualmente, solo el 50% de los estadounidenses está a favor de aprobar leyes que puedan ayudar a disminuir el nivel de violencia con armas de fuego, mientras en el 2018 este indicador fue del 57%, según los datos del sondeo realizado por el periódico Washington Post y la compañía de televisión ABC News en abril.
Al mismo tiempo, el 43% de los encuestados considera imprescindible que la Administración defienda el derecho de la población a poseer armas, mientras que en el 2018 el dato era del 34%.
"Los demócratas recibirán beneficios políticos"
Biden ya introdujo por decreto algunas modificaciones en la regulación de la venta de armas. Cambios de poco calado que no han logrado mejorar la situación. Nadie puede garantizar que los dos proyectos de ley sean aprobados por la cámara alta. "Ambos se estancaron en el Senado, y la posibilidad de que reúnan los 60 votos necesarios para saltarse el bloqueo organizado por los republicanos es baja", señala el medio Vox. "Además, los demócratas, que disponen de 51 votos en la cámara, tampoco coinciden en qué reforma de la ley de armas es necesaria", añade.
Tenés que leerJoe Biden llama a legislar armas de fuego tras el tiroteo de ColoradoEl periódico The Wall Street Journal también se muestra pesimista ante la votación sobre los proyectos de ley. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, seguramente sabe que los proyectos de ley "no tienen posibilidades de lograr 60 votos", destaca el diario. "Sin embargo, la votación satisfacerá a los políticos progresistas, y en caso de una nueva ola de violencia con uso de armas los demócratas recibirán beneficios políticos", indica el diario estadounidense. "Pero no hay que pensar que endurecer el control tenga resultado, además de un mayor aumento de ventas de armas", agrega el medio.
Tampoco se puede garantizar que la Corte Suprema de EEUU apoye la iniciativa de la Casa Blanca, ya que pronto estudiará por primera vez en más de 10 años un caso relacionado con el derecho a la tenencia de armas.
La posibilidad de que los derechos de las autoridades locales en este ámbito sean limitados son pocas. En septiembre del 2020 el expresidente de EEUU Donald Trump nominó oficialmente a la conservadora Amy Coney Barrett para sustituir en la Corte Suprema a la jueza progresista Ruth Ginsburg tras su fallecimiento. Ahora los jueces conservadores gozan de seis plazas en la corte, y los liberales, solo de tres.
Ventajas y desventajas de la pandemia
A pesar de que la pandemia y la incertidumbre en la estabilidad económica y social provocaron un aumento récord en la demanda de armas en EEUU, las restricciones por el coronavirus tuvieron un efecto positivo. Se redujo el número de masacres en lugares públicos, ya que casi todos los locales estaban cerrados. Ahora, con el levantamiento de las restricciones, la situación podría empeorar. Con la vuelta de los estadounidenses a la vida normal llegarán las reuniones entre personas en espacios públicos con un nivel de seguridad bajo, alerta el profesor de ciencias políticas de la Universidad de California de Los Ángeles Jeffrey Simon.
Al mismo tiempo, incluso si los partidarios de intensificar el control logran superar la resistencia política de los conservadores y de los lobistas, no se puede afirmar con seguridad que los estadounidenses estén dispuestos a aceptar estas restricciones. Para que las promesas de endurecer el control de armas de Biden se hagan realidad, será necesario emprender más esfuerzos para desmilitarizar la sociedad y, al mismo tiempo, respetar el derecho a poseer armas y a defenderse, enfatiza el profesor de historia de la Universidad Tecnológica de Luisiana Andrew McKevitt.