El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió permanecer en la carrera presidencial de 2024 durante una llamada con el personal de campaña el miércoles y aseguró a los líderes demócratas en el Capitolio que está apto para la reelección, a pesar de su desastroso desempeño en el debate de la semana pasada. El actual titular de la Casa Blanca atendió una llamada con miembros preocupados de su equipo de campaña y les dijo que no se iría de la contienda, según dos fuentes familiarizadas con la llamada.
"Me postularé", aseveró Biden, añadiendo que seguía siendo el líder del Partido Demócrata y que no iba a ser expulsado, dijo una fuente. El presidente tenía previsto reunirse el miércoles por la noche con los gobernadores demócratas, para asegurarles que está a la altura del puesto de abanderado del partido después del inestable debate que sostuvo días atrás contra el aspirante republicano Donald Trump. Algunos gobernadores asistirán virtualmente.
Cuando se le preguntó si Biden estaba considerando renunciar a la carrera, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo: "Absolutamente no". Biden habló con el representante Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el martes, y con el senador Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado, el miércoles, dijo un funcionario de la Casa Blanca. También conversó el miércoles con el demócrata de la Cámara de Representantes Jim Clyburn, cuya oficina dijo después que tuvieron una larga conversación privada.
Clyburn, reputado político del Partido Demócrata, que jugó un papel decisivo en la victoria de Biden en 2020, señaló a CNN que el partido "debería celebrar una miniprimaria" si el presidente se hace a un lado, siendo el primer miembro de alto rango del partido en hablar públicamente sobre cómo, exactamente, reemplazarlo como candidato. Clyburn, quien aseguró el martes que respaldaría a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata presidencial si Biden se marcha, agregó: "Si ella fuera la nominada, necesitamos tener un compañero o compañera de fórmula fuerte".
La actuación vacilante y inestable de Biden en el debate contra Trump en Atlanta la semana pasada provocó llamados para que dimitiera como candidato presidencial demócrata para las elecciones del 5 de noviembre próximo. Sin embargo su adversario repitió una serie de falsedades muy trilladas, incluida la afirmación de que ganó las elecciones de 2020, lo que fue en detrimento de la ventaja que pudo haber sacado por su supuesto mejor desempeño.
La vice, su "reemplazante natural"
Los demócratas plantearon nuevas preocupaciones sobre Biden el martes último, cuando un miembro de la Cámara de Representantes pidió que abandonara la presidencia (no solo la búsqueda de un nuevo mandato) y la ex presidenta del cuerpo legislativo, Nancy Pelosi -aliada de Biden desde hace mucho tiempo-, consideró que era legítimo preguntarse si el desempeño del mandatario en Atlanta fue solo "un mal episodio" o "una condición permanente".
En este contexto de dudas e inquietudes, la vicepresidenta Kamala Harris ha surgido como la principal alternativa para reemplazar al presidente Biden, si es que este decide no continuar su campaña por la reelección. Al menos así lo reflejan varias fuentes de alto rango de la campaña de Biden, la Casa Blanca y el Comité Nacional Demócrata, todas ellas con conocimiento de las discusiones actuales sobre el tema. La actuación casi torpe, a veces incoherente y ampliamente criticada, del presidente en el primer debate desató una ola de pánico entre los demócratas, preocupados respecto a si Biden podría "no estar lo suficientemente en forma" para cumplir un segundo periodo de gobierno. Y motivó pedidos de renuncia de sus principales asesores.
Algunos demócratas influyentes propusieron alternativas a Biden además de Harris, incluidos miembros populares del gabinete y gobernadores demócratas como Gavin Newsom (California), Gretchen Whitmer (Michigan) y Josh Shapiro (Pensilvania). De todas formas, tratar de eludir a Harris es una ilusión y sería casi imposible, comentaron estas fuentes, que no quisieron revelar su nombre. Si es nombrada candidata del partido, Harris, de 59 años, se haría cargo del dinero recaudado por la campaña de Biden y heredaría la infraestructura de campaña.
Mirá tambiénQué tendría que pasar para que Joe Biden se baje de la carrera electoralHarris también tiene el mayor reconocimiento de nombre entre todas las alternativas y la mayor puntuación en las encuestas entre los demócratas que podrían ser considerados seriamente como candidatos. Es más, en una encuesta publicada en las últimas horas, Harris estaba detrás de Trump apenas un punto porcentual (42% a 43%), una diferencia que está dentro del margen de error de 3,5 puntos porcentuales de la consulta y que expone un resultado tan fuerte estadísticamente como el de Biden.
Harris, por otra parte, ya fue evaluada para un cargo nacional y sobrevivió a un intenso escrutinio general, incluso el de los republicanos, algo que en su momento motivó proyecciones positivas sobre su condición de presidenciable dentro del oficialismo. "Sería prácticamente imposible ganarle la nominación demócrata a la vicepresidenta", expresó Michael Trujillo, un estratega demócrata de California que trabajó para la campaña de Hillary Clinton en 2008 y 2016. "Ella es la reemplazante natural", completó el concepto.
Si nada cambia, sería nominado a fin de mes
Los asesores de Kamala Harris descartaron cualquier posibilidad de una candidatura demócrata que no incluya tanto a Biden como a Harris. "La vicepresidenta Harris espera cumplir un segundo mandato con el presidente Joe Biden", afirmó un comunicado de su oficina. La campaña de Biden reunió 3.894 delegados tras las primarias estatales, y solo quedan unas pocas docenas de delegados "no comprometidos" pendientes. Se espera que nominen formalmente a Biden a finales de este mes en una reunión virtual, antes de la convención de nominación de los demócratas en agosto.
"Todos los delegados no son sólo delegados de Joe Biden, son delegados de Kamala Harris", expresó Michel Trujillo, sin dejar de agregar que "ella tendrá una delegación considerable y apoyo en los cincuenta estados desde el primer día". Donna Brazile, ex presidenta interina del Comité Nacional Demócrata, quien desempeña un papel clave en el comité en la Convención Nacional Demócrata de este año en agosto, argumentó que la persona que puede intervenir de inmediato, si Biden decide no postularse, es Harris.
Mirá tambiénPopes demócratas desoyen los llamados para que Joe Biden se baje de la candidatura"La gente puede tener sueños de otro superhéroe, pero hay un proceso y la última vez que verifiqué que se trataba de una fórmula Biden-Harris, ella era la número dos en la fórmula", planteó Brazile, y agregó que Biden sigue siendo el candidato del Partido Demócrata y "no se irá a ninguna parte". Pasar por alto a la primera vicepresidenta negra y mujer en favor de otro candidato provocaría una reacción negativa de los votantes negros y mujeres, que son clave para cualquier victoria, advirtieron varios estrategas demócratas.
Aun así, Harris fue eludida en muchas de las especulaciones hechas desde el primer debate Biden-Trump, en especial porque algunos demócratas influyentes tienen poca fe en que pueda vencer a Donald Trump. Estados Unidos nunca eligió a una mujer presidenta y Harris pasó gran parte de su tiempo como vicepresidenta luchando por distinguirse en un papel que, por definición, es de apoyo. Incluso el año pasado muchos personajes del partido, dentro de la Casa Blanca y de la campaña de Biden, temían en privado que Kamala fuera un lastre para la campaña.
Desde entonces, Harris logró disipar muchas dudas y recuperó terreno en la cuestión del derecho al aborto, aunque sus índices de aprobación en las encuestas no mejoraran significativamente. No obstante ello, rondan el 40%, por lo que ella tendría probabilidades similares a las de Biden en caso de enfrentarse a Trump. La vicepresidenta fue constantemente blanco de ataques por parte de los republicanos y los medios conservadores, que muchos aliados consideran sexistas y racistas.
Opinan los que ponen dinero para la campaña
Tres aportantes a la campaña del Partido Demócrata, que han estado presionando para que Joe Biden se haga a un lado, pero hasta ahora pensaban en otras candidaturas, no en la de la vicepresidenta Kamala Harris, manifestaron durante esta semana que "es imposible" eludirla como reemplazo. Estos mismos donantes habían mencionando hasta hace poco los nombres de Gretchen Whitmer y Gavin Newsom como posibles alternativas, pero parecen estar cambiando de parecer y de enfoque.
"En este momento hay una verdadera conversación en el Partido Demócrata sobre el liderazgo, pero es justo decir, y no estoy entusiasmado con esto, pero soy realista... que será imposible ignorar a Kamala", indicó uno de los donantes. Otro planteó: "Ella no es la elección de nadie... pero es casi imposible eludirla". De todas formas, la campaña por la reelección del presidente se mantiene firme, envalentonada por una actuación más contundente de Biden durante un discurso en Carolina del Norte, incluso cuando aumentan los pedidos para que se haga a un lado.
Stephanie Cutter, subdirectora de campaña del ex presidente Barack Obama -cuya firma tiene contrato para producir la Convención Nacional Demócrata en agosto-, expresó que "el presidente Biden es el candidato y seguirá siéndolo". "Para aquellos que buscan algún tipo de pelea dentro del partido, o entre los partidos, tengan cuidado con lo que desean, porque eso aseguraría una victoria de Trump", escribió Cutter en un comunicado.
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