Jueves 28.10.2021
/Última actualización 21:03
La defensa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mantuvo hoy ante la justicia británica su posición acerca de que el activista podría suicidarse si es extraditado a Estados Unidos, pese a las garantías de la justicia norteamericana de que no permanecerá aislado en una prisión de alta seguridad o que incluso podría ser recluido en su país natal, Australia.
Aitor Martínez, el abogado español del periodista acusado por EEUU de espionaje y filtración masiva de documentos clasificados, por los que puede ser condenado hasta 175 años de cárcel, explicó a Télam que los argumentos presentados por el gigante norteamericano no tienen validez jurídica para obtener su extradición.
En el segundo de los dos días de audiencia de apelación ante el Alto Tribunal de Londres, el equipo legal de Assange pidió a la corte que se mantenga la decisión previa de una jueza, que rechazó la demanda de extradición basándose en el riesgo de que Assange, de 50 años, se quitará la vida si era encarcelado en un centro estadounidense.
Tras estas dos jornadas, la audiencia entró en cuarto intermedio “tal vez por tres o cuatro semanas”, en que se conocerá la decisión, aseguró Martínez a esta agencia.
El letrado volvió a descartar la validez legal del reclamo presentado por el abogado que representa al gobierno estadounidense, James Lewis, quien aseguró que si fuera extraditado, Assange no será sometido a medidas especiales ni estará detenido en el temido centro penitenciario de muy alta seguridad ADX Florence, en Colorado, conocido como "Alcatraz de las Rocosas".
Tras citar otros casos de extradiciones a EEUU precedidas por promesas luego incumplidas, Martínez preguntó: “¿Alguien piensa que Assange no sería encerrado en una prisión de máxima seguridad o se le aplicaría un tratamiento penitenciario durísimo? Estamos hablando de la persona a la que la CIA planeó asesinar, de acuerdo a revelaciones recientes en la prensa norteamericana”.
“Hablamos de la persona que publicó Vault 7, un paquete de información sensible de la CIA sobre intromisiones sistemáticas en los dispositivos tecnológicos de los ciudadanos, causando un gran impacto en la agencia. ¿De verdad pensamos que el establishment de inteligencia no someterá a Assange a un trato inhumano al llegar allí?”, insistió.
El letrado agregó que “la representación de Estados Unidos centró la segunda parte de su intervención en criticar los informes emitidos por los médicos que evaluaron a Assange”, pero “simplemente atacaron verbalmente esos informes, sin rigor empírico o científico alguno, tratando de desacreditar en su intervención lo informado por reputados expertos del mundo de la medicina”.
Assange decidió no presentarse a la audiencia de hoy tras haber seguido la de ayer por videoconferencia desde la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres, donde está desde 2019.
El fundador de WikiLeaks fue detenido por la policía británica en abril de 2019, tras haber pasado siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió cuando estaba en libertad bajo fianza. Temía la extradición a Estados Unidos o Suecia, que lo reclamaba por violación, cargos que fueron abandonados desde entonces.
El gobierno de Estados Unidos lo responsabiliza por 18 cargos relacionados con la divulgación por WikiLeaks en 2010 de 500.000 documentos secretos detallando, entre otros, aspectos de las campañas militares en Afganistán e Irak.
"El caso de Assange es el más relevante para la libertad de información en el mundo del último siglo. Estamos ante un momento sensible para la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información. Confirmar esta extradición significaría aceptar que Estados Unidos puede perseguir a cualquier periodista, en cualquier parte del mundo, simplemente por publicar información que Estados Unidos invoque que afectó a su seguridad nacional", afirmó Martínez a Télam.
Agregó que "la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información" son pilares en todas las constituciones de los países democráticos del mundo, como figura también en la Carta Magna de EEUU.
"Sólo tenemos que atender a cómo en el caso Watergate o los Papeles del Pentágono, hace décadas, esos periodistas norteamericanos fueron incluso premiados. Nadie los persiguió por publicar información veraz que afectaba al poder. Sin embargo, estamos presenciando en Londres una clara involución en estas libertades públicas, al sentar en el banquillo a un periodista por publicar información veraz sobre crímenes internacionales", enfatizó.
"WikiLeaks, y su editor jefe, Assange, como organización periodística, publicó información veraz proveniente de sus fuentes, relativa a crímenes de guerra cometidos en Irak y Afganistán, crímenes que, además, por su propia naturaleza, el derecho internacional obliga a su persecución incondicional", insistió el letrado
"Llamativamente, ninguna persona ha sido procesada o condenada en Estados Unidos por la comisión de esos gravísimos crímenes en Irak o Afganistán. Sin embargo, el periodista que los publicó es perseguido por hacer pública esa información", concluyó.
Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos y de la libertad de prensa, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras instaron a mediados de octubre en una carta abierta al fiscal general estadounidense a que abandonase las medidas contra Assange.