Martes 21.4.2020
/Última actualización 10:54
El dictador norcoreano Kim Jong-Un se encontraría en un grave estado de salud tras sufrir complicaciones en una cirugía, reportó este lunes la cadena CNN, que citó a un funcionario estadounidense con conocimiento directo de la situación para fundamentar la aserción.
La cadena también recordó que el dictador norcoreano no asistió a la ceremonia de homenaje de su fundador el pasado 15 de abril, la fecha más importante del país, algo que alimentó las especulaciones.
La ceremonia tuvo un caracter austero, en comparación con otros años donde se dieron conmemoraciones a gran escala, incluyendo desfiles militares en 2012 y 2017. Si bien inicialmente la explicación fue atribuida al avance de la pandemia de coronavirus a nivel global, una potencial convalescencia del dictador podría ser otro factor que haya entrado en juego.
“Ha habido numerosos rumores sobre la salud de Kim (complicaciones pulmonares por fumar, problemas del corazón y del cerebro fueron algunas de las especulaciones). Si está hospitalizado, explicaría por qué no estuvo presente en las importantes celebraciones del 15 de abril”, dijo a CNN Bruce Klinger, un investigador del Heritage Foundation, un think tank estadounidense, y un ex subjefe para Corea del Norte de la CIA.
La Casa Blanca recibió información de que el dictador había sido sometido a una cirugía de corazón la semana pasada. “Si está vivo, su estado de salud es grave”, le dijo una fuente oficial a la periodista Jennifer Jacobs de Bloomberg.
Funcionarios del Ministerio de Unificación y de los servicios de inteligencia de Corea del Sur dijeron que no podían confirmar por el momento el reporte sobre la salud del dictador. Y otros funcionarios de Seúl ponen en duda la información que circula.
En el 2014, Kim Jong-un despareció por seis semanas de la vida pública, lo que generó todo tipo de especulaciones sobre su salud. Cuando reapareció lo hizo utilizando un bastón. Un espía surcoreano afirmó que el dictador le habían removido un quiste de su tobillo.
TélamLa última vez que fue visto en público fue el 11 de abril, en una reunión con funcionarios del régimen. Su último acto conocido tuvo lugar un día después, cuando reincorporó a su hermana menor, Kim Yo-jong, a un organismo clave de toma de decisiones: fue reelegida como miembro suplente del Buró Político del Comité Central en una reorganización de altos funcionarios el sábado, reportó la Agencia Central de Noticias de Corea.
Los analistas especulan que Kim Yo-jong fue destituida del cargo el año pasado tras el colapso de una segunda cumbre entre su hermano y el presidente de EEUU, Donald Trump, en Hanoi. “La restauración es parte del reciente ascenso de Kim Yo-jong dentro de la jerarquía del Norte”, explicó Ahn Chan-il, un desertor e investigador norcoreano en Seúl.
La agencia estatal aseguró que la reunión para decidir el nombramiento fue presidida por el propio Kim Jong-un.
Durante su última aparición, el dictador pidió medidas más enérgicas contra la pandemia de coronavirus, informó el pasado 11 de abril medios estatales, sin reconocer si el país había registrado alguna infección.
El país cerró rápidamente sus fronteras en enero después de que el nuevo coronavirus fuera detectado por primera vez en la vecina China e impuso medidas estrictas de contención.
Las autoridades de Pyongyang y sus medios estatales han insistido reiteradamente en que el aislado país sigue totalmente libre del virus, pero el informe del domingo no repitió esa afirmación.
Es probable que comprobar el estado de salud del dictador resulte una tarea difícil. El régimen controla de manera absoluta el flujo de información alrededor del líder, que recibe un trato que se asemejaría al de una deidad.