El Litoral
Se registraron movilizaciones en las calles peruanas.
El Litoral
DPA
El presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, defendió hoy el indulto que le concedió el domingo al ex mandatario Alberto Fujimori, al que calificó como "quizás la decisión más difícil de mi vida".
"No nos dejemos llevar por el odio, no paralicemos nuestro país, pasemos esta página y trabajemos juntos por nuestro futuro", afirmó Kuczynski en un mensaje televisado, tras un día de protestas populares por la decisión.
"La justicia no es venganza. Las heridas abiertas solo podrán cicatrizarse a partir de un esfuerzo reconciliador", agregó el mandatario, que dijo que sus palabras estaban dirigidas sobre todo a los más jóvenes.
Kuczynski hizo énfasis en que aunque Fujimori cometió "excesos y errores graves" ya cumplió "12 años de condena" (10 en realidad). Además, aseguró, se trata de alguien que contribuyó al desarrollo del país.
El presidente, que no se había mostrado tras el anuncio que tiene dividido al Perú, rompió así el silencio en medio de protestas que según sus impulsores, especialmente jóvenes, se extenderán en forma indefinida porque, según su lema, "el indulto es un insulto".
La policía reprimió hoy concentraciones en el centro de Lima, en las que participaron no menos de 3.000 personas pese a que por ser Navidad las actividades estaban parcialmente paralizadas. También en otras ciudades hubo movilizaciones.
"Les pido, jóvenes peruanos, que las emociones negativas heredadas del pasado no limiten los objetivos que tenemos que alcanzar para terminar de vencer a la pobreza", insistió el jefe de Estado, quien reiteró que la decisión obedece a supuestos problemas de salud del ex gobernante.
El indulto, que puso temprano fin a la condena de 25 años que cumplía Fujimori como autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros, ha causado especial repulsa por indicios de que es resultado de una negociación de Kuczynski para mantenerse en el cargo.
Kuczynski pudo ser destituido el jueves por el Congreso, que lo acusaba de "incapacidad moral" por ocultar nexos con la constructora brasileña Odebrecht, involucrada en corrupción, pero se salvó porque maniobras del parlamentario Kenji Fujimori, hijo del ahora indultado, impidieron que se alcanzara el número necesario de votos.