El Litoral
El gobierno del Kurdistán iraquí ofreció congelar los resultados y abrir la vía del diálogo con el fin de resolver el conflicto que mantiene con Bagdad, que declaró la consulta "ilegal e inaceptable".
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Télam
El gobierno del Kurdistán iraquí ofreció este miércoles, al cumplirse un mes del referéndum independentista celebrado en esa región autónoma, congelar los resultados y abrir la vía del diálogo con el fin de resolver el conflicto que mantiene con Bagdad, que declaró la consulta "ilegal e inaceptable".
"La peligrosa coyuntura y la tensión que enfrentan a las fuerzas de Irak y el Kurdistán nos obliga a todos a cumplir con la responsabilidad histórica de no permitir que la situación conduzca a una guerra mayor y a la confrontación entre las fuerzas iraquíes y los peshmerga (tropas kurdas)", indica un comunicado publicado este miércoles.
El comunicado, que impulsa un "diálogo abierto" entre las autoridades kurdas y Bagdad con "base en la Constitución", propuso asimismo decretar un alto el fuego y detener las operaciones militares en esta región del norte de Irak, según informó la agencia de noticias EFE.
Los enfrentamientos, que empezaron el pasado 16 de octubre, causaron daños "a ambos lados y pueden conducir a un continuo baño de sangre, infligiendo dolor y malestar social entre los diferentes componentes de la sociedad iraquí".
Las operaciones militares fueron lanzadas por Bagdad como represalia a la celebración, el pasado 25 de septiembre, del referéndum de independencia, que pidió su anulación para iniciar un diálogo con las autoridades kurdas.
El martes, las fuerzas kurdas "peshmergas" y el Ejército iraquí se dispararon varios obuses de mortero cerca de la frontera con Siria en el marco del aumento de tensión tras la campaña militar lanzada por Bagdad para recuperar el control de las regiones disputadas que estaban en manos de los kurdos.
Para el gobierno kurdo, los enfrentamientos "no llevarán a ningún lado a la victoria y conducirán el país al desorden y al caos".
La propuesta kurda llegó horas antes de que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, inicie hoy un viaje a Turquía e Irán, países vecinos con importantes minorías kurdas y que impugnan el referéndum que tuvo una participación del 72% y en el que cerca de un 92% de los votos fueron favorables a la secesión, según datos del Gobierno kurdo.
La oferta kurda no fue respondida aún por Abadi, quien llegó este miércoles a Ankara para discutir con mandatarios turcos los pasos a seguir con su homólogo turco, Binali Yildirim, y con el presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Tras la consulta kurda, Ankara fortaleció sus lazos con Bagdad y ambos países tomaron medidas conjuntas, como maniobras militares en la frontera o el cierre del espacio aéreo.
Se espera que ambos mandatarios estudien medidas adicionales contra la administración autónoma, como cortar los lazos comerciales de petróleo con Erbil, informó el diario progubernamental turco Sabah.
El bloqueo de los vuelos internacionales y la profunda crisis política interna empujaron al Parlamento kurdo a aprobar ayer el aplazamiento de las elecciones presidenciales y parlamentarias que debían celebrarse el próximo 1 de noviembre. En tanto, Irán decidió reabrir hoy un paso fronterizo con el Kurdistán iraquí, tras diez días de cierre, también en el marco de las represalias.
El paso de Bashmaj, que comunica la provincia iraquí de Suleimaniya con el Kurdistán iraní, fue reabierto tanto para el paso de ciudadanos como del comercio, afirmó el responsable iraquí del paso fronterizo, Azur Mahmud Saleh.
Teherán mantiene la cancelación de vuelos con el Kurdistán iraquí y además la prohibición de la importación y exportación de derivados del petróleo con esta región del norte de Irak.