La disputa entre China y Estados Unidos sobre Taiwán suma un nuevo incidente y el alerta por conflicto se eleva cada vez más, sumando otro frente de discusión entre las potencias.
Tsai Ing-wen planea reunirse en Los Angeles con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, lo que desató el aviso de "contramedidas" desde Beijing.
La disputa entre China y Estados Unidos sobre Taiwán suma un nuevo incidente y el alerta por conflicto se eleva cada vez más, sumando otro frente de discusión entre las potencias.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, planea visitar Estados Unidos en el marco de una gira diplomática por América con el objetivo de reforzar sus lazos con aquellas naciones que mantienen el reconocimiento como “la verdadera China”.
Unos de sus destinos serán Guatemala y Belice, luego de que Honduras rompiera relaciones con los taiwaneses y las afiance con los chinos.
Ante la posibilidad de que la mandataria asiática se encuentre en Los Angeles el próximo 5 de abril con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, Beijing advirtió que pueden existir “contramedidas”.
Cabe recordar que en 2022, ante la llegada de Nancy Pelosi a Taiwán, entonces presidenta de la Cámara de Representantes, China lanzó misiles sobre el área, desplegó buques de guerra a través de la línea media del Estrecho de Taiwán y realizó ejercicios militares en un bloqueo simulado de la isla.
Tsai estuvo en suelo norteamericano en seis ocasiones entre 2016 y 2019, previo a la pandemia por coronavirus.
"Si tiene contacto con el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., McCarthy, será otra provocación que viola gravemente el principio de una sola China, daña la soberanía y la integridad territorial de China y destruye la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", expresó Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino.
Previo al inicio de su gira de 10 días, Tsai indicó: "Quiero decirle a todo el mundo que el Taiwán democrático salvaguardará resueltamente los valores de la libertad y la democracia, y seguirá siendo una fuerza para el bien en el mundo, continuando un ciclo de bondad, fortaleciendo la resiliencia de la democracia en el mundo".
Uno de los principales detonantes es la promesa por parte de EE.UU. de no apoyar la independencia de Taiwán bajo el lema “una sola China”, algo que desde Beijing interpretan que no está sucediendo ante la serie de encuentros bilaterales.
Los mismos ya se han vuelto rutinarios. Tsai llegó a reunirse con miembros del Congreso y grupos cívicos taiwaneses-estadounidenses, y fue recibida por el presidente del Instituto Estadounidense en Taiwán, la organización sin fines de lucro administrada por el Gobierno de Estados Unidos que mantiene relaciones no oficiales con Taiwán.
El actualmente gobierno de Xi Jinping considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio y una importante cantidad de países en la ONU lo reconocen como parte integral de la República Popular China
“Una sola China” reconoce la soberanía de la isla a los chinos, dejando de lado toda posibilidad de independencia y en un plano quimérico reconocer a Taiwán como “la verdadera China”.
Estos puntos se encuentran lejos de ser un deseo taiwanés de momento, pero los intereses económicos han tirado fuerte en los últimos años para afianzar lazos con Occidente. Fomentados siempre ante la tensión de antaño con sus vecinos.
TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo y abastecedor principal de semiconductores a la economía mundial, está radicada en Taiwán.
Ma Ying-jeou, ex presidente de la isla y actualmente opositor, inició una visita privada a China, con el fin de hacer un llamamiento a la paz entre Taipéi y Beijing por primera vez en la historia.
Ma fue contundente: "Los habitantes de ambos lados del estrecho de Taiwán son chinos y descendientes de los emperadores Yan y Huang".
Además, tras cruzar el estrecho de Taiwán, expresó su esperanza de que "ambas partes trabajen juntas para buscar la paz, evitar la guerra y esforzarse por revitalizar China".
Taiwán
Posee administración propia desde 1949. Conservó su bandera y ciertos elementos distintivos de la antigua República de China previo a la llegada del Partido Comunista.
Países que sí reconocen a Taiwán como la República de China y su año: