El Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico levantó el aviso de ola gigante (tsunami) emitido para la región, a raíz del seísmo de 7,9 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió con más fuerza las islas Samoa.
El seísmo causó olas de hasta de tres metros en diferentes zonas de la zona, donde de momento, la isla más afectada es la de Upolu, en Samoa Occidental, según fuentes policiales samoanas citadas por Radio Nueva Zelanda.
De acuerdo a relatos de residentes a la citada emisora de radio, al menos han muerto cuarenta personas, aunque ese extremo no ha sido confirmado por fuentes oficiales.
La mayoría de las víctimas mortales se han producido en la aldea de Lalomanu, situada al sureste de la isla de Upolu, la segunda mayor de Samoa.
Upolu, de 75 kilómetros de longitud y de 1.125 kilómetros cuadrados, es la segunda mayor isla del archipiélago de Samoa, después de la de Savaii, y alberga la capital, Apia.
De acuerdo a informaciones recogidas en Apia por la Policía, también las aldeas de la pequeña isla vecina de Monono, han resultado dañadas y una extensa parte de que lo antes era tierra firme está bajo el agua.
El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico, del Instituto Geológico de Estados Unidos, había emitido tras el terremoto una alerta de tsunami dirigida en particular a Nueva Zelanda, las islas Fiyi, la Polinesia francesa y Tonga.
Posteriormente se emitieron varias alertas de tsunami para las islas Cook, Tokelau, Niue, Marshall, Salomón, Kermadec, Jarvis, Palmyra, Howland-Baker, Vanuatu y Nauru. También hay avisos para Nueva Caledonia, Papúa Nueva Guinea, Australia y otras islas del Pacífico.
El epicentro del seísmo, que ocurrió a las 17,48 GMT, se localizó a una profundidad de 50 kilómetros, a 180 kilómetros de Hihifo, en Tonga, y 200 kilómetros de Apia, en Samoa.
EFE