A muchos les puede sorprender, por su corta edad, que una joven de 16 años como Greta Thunberg se haya convertido en un icono de la lucha contra el cambio climático. Pero es más sorprendente que la activista sueca doble la edad a otra niña que emerge con fuerza. Hablamos de Licypriya Kangujam, de tan sólo ocho años, que se ha convertido en todo un símbolo en la India.
Precisamente, Thunberg y Kangujam, que recibió en 2019 el Premio Mundial de la Paz de los Niños, mantuvieron este viernes un encuentro en la cumbre climática de Madrid. Ambas recorrieron gran parte de las instalaciones juntas y terminaron reuniéndose en privado en una de las zonas reservadas para la prensa.
Kangujam ha acudido a la cita climática que se celebra en la capital española para hacer un llamamiento a los autoridades de su país para que pongan en marcha leyes contra el cambio climático.
La pequeña saltó a la fama cuando en junio de este año se plantó frente a la Casa del Parlamento de la India instando al Primer Ministro del país, Narendra Modi, a promulgar la ley sobre el cambio climático. Antes, en 2018, había iniciado el llamado movimiento infantil con el apoyo del Comité Internacional de Jóvenes.
Kangujam cuenta con un buen número de seguidores. Juntos protagonizaron el pasado mes de octubre grandes marchas en varios lugares del territorio indio para solicitar una acción inmediata sobre el cambio climático y promulgar la ley climática en ese país.
“Estamos marchando para pedir a los líderes mundiales que promulguen la ley climática lo antes posible para que pueda regular las emisiones de gases de efecto invernadero para salvar nuestro planeta y nuestro futuro. Deben unirse y actuar ahora antes de que sea demasiado tarde”, esgrimió Kangujam.
Tenés que leerCada vez hay menos oxígeno en el agua del marAdvirtió también que, a diferencia de otros países desarrollados, las áreas rurales en la India ya se han visto afectadas por el cambio climático, principalmente la industria agrícola, porque su país, dice, está menos equipado para lidiar con los daños climáticos.
Kangujam presentó también en octubre un curioso kit de supervivencia para proporcionar aire fresco al cuerpo cuando la tasa de contaminación es alta. El artilugio está compuesto por una planta ubicada dentro de una mochila transparente, que acarrea la persona, conectada a un tubo para canalizar el aire fresco de la mochila hasta una máscara facial. Vendría a ser una versión algo sui géneris de un tanque de oxígeno.