El Litoral | redacción@ellitoral.com
Hubo expresiones de deseos sobre hallar una solución a la cuestión pero no medidas concretas. Jueves y viernes habrá una cumbre en Bruselas de la UE.
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dpa
El encuentro informal sobre migración de 16 jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas finalizó ayer sin resultados concretos pero con expresiones de deseo de encontrar una solución común.
El jefe de Gobierno italiano, Giuseppe Conte, se mostró satisfecho tras el fin del encuentro que precedió a la cumbre del jueves y viernes próximos.
“Tomamos la dirección correcta en el actual debate”, afirmó Conte. El Gobierno que encabeza, integrado por el euroescéptico Movimiento Cinco Estrellas y la Liga de derecha, exige un “cambio radical” en la política de asilo europea.
La Convención de Dublín contempla que los migrantes deben solicitar asilo en el país de la UE que primero pisan. Italia, junto a Grecia o España, es uno de los países que más se ve perjudicado por ello por ser una frontera exterior del bloque. La mayoría de las embarcaciones que parten de las costas libias tienen como destino Italia.
También la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró optimista con que haya posibilidades de solución a la discusión migratoria. “Hubo hoy para ello mucha buena voluntad y también, además de algunas diferencias, una gran cantidad de coincidencias”, afirmó.
Merkel es una de las principales interesadas en que haya un acuerdo en la cumbre ante la presión interna que sufre en casa y que podría hacer caer su Gobierno.
Horst Seehofer, su ministro de Interior y socio de Gobierno, le ha dado de plazo a la canciller hasta entonces para lograr una solución europea para gestionar la llegada de refugiados al país. Esa solución debe evitar que los inmigrantes registrados previamente en un Estado de la UE puedan solicitar asilo en otro país de la UE, lo que permitió que muchos que entraron por Grecia o Italia pidieran asilo en Alemania.
Por eso mismo, la mandataria defendió hoy los acuerdos migratorios bilaterales dentro de la UE que permitan, entre otras cosas, el traslado de migrantes y solicitantes de asilo entre los países.
Merkel consideró que esos acuerdos serían en “beneficio mutuo” de los países. La canciller no espera “una solución total al problema migratorio” en la cumbre de la próxima semana. De esa manera, dijo, los países no tienen “siempre que esperar que todos los 28” encuentran una solución.
Además, subrayó la necesidad de que haya más solidaridad. “No podemos dejar a los países de llegada solos, ya que eso significaría que tienen que solucionar todos los problemas solos”. Sin embargo, advirtió que los refugiados no deberían “poder elegir qué país de la UE procesa su solicitud de asilo”.
Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que gran parte de la propuesta de reforma de diez puntos de Italia al sistema de migración y asilo de la UE, presentada ayer, ya había sido evaluada con anterioridad. “Creo que la mayoría de estas propuestas son propuestas que ya hemos tratado de implementar”, señaló Tsipras.
El documento de diez puntos de los italianos al que tuvo acceso dpa pide una reducción considerable de las llegadas de migrantes a Europa y considera que actuar contra los conocidos como “movimientos secundarios”, como se denominan los que hacen los migrantes dentro de las fronteras europeas, es una cuestión menor. Esos movimientos podrían regularse en acuerdos técnicos entre los países afectados, señala la propuesta.
La propuesta de Italia también aboga por aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito, así como la creación de centros de acogida para refugiados en los países en tránsito, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) o la Organización Internacional para la Migraciones (OIM). Allí se estudiarían sus derechos a solicitar asilo.
El nuevo Ejecutivo italiano ha anunciado una línea dura contra la migración que ya ha escenificado con la negativa al atraque de barcos de ONGs con migrantes rescatados del mar, como el “Aquarius”, que acabó en España, o el “Lifeline”, que sigue en el mar.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que la UE debe atenerse a sus valores a la hora de enfrentar el tema migratorio y señaló que la inmigración ilegal debe ser combatida de forma “humana y metódica”.
En tanto, los países de la UE “probablemente” implementarán cambios a la manera en que el bloque maneja la migración, consideró el primer ministro maltés, Joseph Muscat, tras el encuentro. “Hay gente en el mar en este momento”, afirmó. “Estamos en una situación en la que, si no tomamos decisiones en los próximos días, la situación escalará”, añadió.
Los países que participaron en el encuentro del fin de semana, previo a la cumbre europea del 28 y 29 de junio, son Alemania, Grecia, Italia, Bulgaria, Malta, Austria, Francia, España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovania, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.
En un encuentro el sábado del presidente francés, Emmanuel Macron, con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Francia y España propusieron la creación de “centros cerrados en suelo europeo para el desembarco” de migrantes, a donde serían llevados tras llegar a territorio europeo y que estarían financiados con fondos europeos.
Otras propuestas pasan por la creación fuera de la UE de “plataformas de desembarco” que alberguen a los migrantes rescatados en el mar, según se conoció esta semana de un borrador del Consejo Europeo. De esta forma, las personas que son rescatadas mientras intentan cruzar el mar Mediterráneo no llegarían a los países de la UE.
Italia se siente abandonado por sus socios europeos en la gestión migratoria. Sin embargo, las llegadas han caído con fuerza desde hace un año: según la OIM, en lo que va de 2018 llegaron unos 16.200 migrantes, un 78 por ciento menos que en el mismo periodo de 2017.