El Litoral
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DPA
El primer museo de perros salchicha de Alemania ha desatado la locura en el país europeo antes incluso de que abra sus puertas el lunes de Pascua en Passau, en el sur del país.
Los dos iniciadores del peculiar museo, Josef Küblbeck y Oliver Storz, no dan abasto. Reciben peticiones y correos de todo el país, desde la norteña ciudad de Flensburgo hasta la sureña Kempten. "Es sencillamente increíble", declaró Küblbeck, e insistió: "Increíble".
Ninguno de los dos da crédito a todo el revuelo que ha armado su idea de abrir un museo dedicado a este tipo de perro y se han visto arrollados por el entusiasmo de la gente. "Nuestra vida ha cambiado casi por completo de la noche a la mañana".
Cada día les llegan cartas y paquetes. "La gente nos manda objetos de los perro salchicha. Con frecuencia solo ponen nuestro nombre y 'Museo de perros salchicha de Passau' sin código postal o dirección. Todo llega".
El teléfono no deja de sonar desde por la mañana a la noche. Las visitas guiadas ya están todas agotadas hasta junio. Empresas, clubes de salchicha y otras asociaciones ya han anunciado excursiones para visitar las instalaciones. Y hasta editoriales de libros se han sumado a la locura.
Las reacciones de la gente son todas positivas, indicó Küblbeck. "Nos saludan en la calle y nos abrazan". Cuando los dos quisieron disfrutar de un día de pausa en Múnich con sus dos perros salchicha, los viandantes, camareros y vendedores los reconocieron. "La gente quería fotos con nosotros y los salchicha. Increíble. Es un sentimiento indescriptible", comentó Küblbeck asombrado, que reconoce no saber de dónde viene toda esta pasión por el museo.
El 2 de abril abre sus puertas el museo. Cerca de 2.000 objetos llenan las salas de la institución situada cerca de la catedral de Passau, ubicada cerca de la frontera con Austria, a unos 170 kilómetros al noreste de Múnich. Los visitantes podrán contemplar objetos interesantes o curiosos relacionados con el perro salchicha: desde el perro salchicha como animal de caza o familiar, como símbolo del bienestar bávaro, en forma de juguete, de animales de peluche, como decoración navideña y hasta como mascota olímpica.
Jan Schürings, gerente del club alemán de perros salchicha 1888, en Duisburgo, puede entender perfectamente la pasión que muchas personas sienten por este animal. "Mire sencillamente los ojos de un salchicha", comentó sobre una raza de perro que es la segunda más popular en Alemania por detrás del perro pastor.
"Es un gran perro familiar". Además, sigue siendo muy demandado como perro de caza, recuerda Schürings divertido por el hecho de que ahora tenga su propio museo, un museo que él también quiere visitar.