Solo pocas horas después de la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump telefoneó este lunes al presidente electo de México y ambos hablaron de migración, seguridad fronteriza y comercio, los temas que más han deteriorado la relación bilateral desde la llegada del republicano a la Casa Blanca.
"Hemos tenido una buena conversación", manifestó Trump al anunciar él mismo la llamada en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde recibió ante la prensa al primer ministro de Holanda, Mark Rutte.
La conversación con López Obrador duró media hora y fue confirmada por el mexicano en su cuenta de Twitter.
Trump ha dejado abierta la puerta en varias ocasiones a sustituir el Nafta -integrado por Estados Unidos, México y Canadá- por acuerdos comerciales bilaterales con cada uno de los socios y hoy se refirió a ello en su conversación con López Obrador. "Hablamos sobre un acuerdo separado entre México y Estados Unidos", dijo.
"Le propuse explorar un acuerdo integral; de proyectos de desarrollo que generen empleos en México, y con ello, reducir la migración y mejorar la seguridad", manifestó López Obrador por su parte.
Una de las grandes incógnitas tras la victoria del domingo del líder de Morena es cómo será la relación que mantendrá con el presidente de Estados Unidos, con el que ha sido comparado por algunos por sus posiciones nacionalistas y su temperamento.
Pese a que los temas abordados en su conversación de hoy son los más dificultosos en la relación bilateral en estos momentos, parece que de momento las cosas no fueron mal entre los dos líderes.
"Hubo trato respetuoso y dialogarán nuestros representantes", aseguró el presidente electo mexicano. Trump fue más efusivo. "Creo que la relación va a ser una muy buena", aseguró, y contó que siendo López Obrador alcalde de la Ciudad de México, le auguró personalmente que algún día sería presidente de su país.
Trump expresó además cierta esperanza en recibir ayuda del futuro presidente de México en el tema migratorio.
"Creo que (López Obrador) va a intentar ayudarnos en la frontera", llegó a decir Trump. "Tenemos malas leyes migratorias, las más débiles del mundo. México tiene leyes migratorias muy fuertes. Pueden ayudarnos hasta que arreglemos nuestras leyes migratorias", indicó.
El republicano ha hecho de la mano dura frente a la inmigración uno de los pilares de su Gobierno. Desde la campaña electoral ha atacado a los inmigrantes mexicanos y asegura que del vecino del sur llegan criminales y drogas a Estados Unidos, defendiendo así la necesidad de construir su polémico muro.