El Litoral
Un Tribunal Regional Federal de Brasil deberá analizar si hace efectivos los 12 años y un mes de reclusión.
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DPA
Un Tribunal Regional Federal de Brasil analizará el próximo lunes 26 de marzo el recurso interpuesto por Luiz Inácio Lula da Silva a su condena por corrupción y lavado de dinero: si la decisión se mantiene, el ex presidente de Brasil puede ingresar a la cárcel ese mismo día, informaron este miércoles medios locales.
La reunión del tribunal en Porto Alegre será a las 13:30 (16:30 GMT). Si la sentencia a 12 años y un mes de reclusión es ratificada por los tres jueces que la analizarán, el juez Sérgio Moro, quien lleva a cabo el proceso, podrá pedir el ingreso a prisión de Lula ese día o, a más tardar, al día siguiente.
En el caso de que la decisión se modifique, o no sea unánime, Moro deberá esperar la publicación de los votos o el texto modificado de la sentencia, para luego tomar una decisión sobre la potencial reclusión. El plazo de publicación de la medida es de diez días como máximo.
Lula, de 72 años y quien se encuentra de gira electoral por el sur del país, fue condenado el 24 de enero en segunda instancia por el tribunal de Porto Alegre, por haber aceptado la reforma de un apartamento que tenía previsto comprar en la costa de Sao Paulo, a cambio de favorecer a la constructora OAS en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras.
El 20 de febrero, sin embargo, su defensa interpuso un recurso contra la condena, que es el que se analizará el próximo lunes.
En el documento presentado los abogados de Lula señalaron 38 omisiones en la decisión del tribunal respecto a elementos que constan en el proceso, 16 contradicciones y cinco "obscuridades", es decir decisiones de difícil comprensión.
Una vez que el recurso sea juzgado, y más allá de su potencial reclusión, Lula puede acudir todavía al Tribunal Superior de Justicia (STJ) o al Supremo Tribunal Federal (STF).
El STJ es la corte responsable de uniformar la interpretación de la ley federal en todo el país. El STF es la instancia máxima del poder judicial brasileño. En el caso de que Lula decida presentar recursos a estas cortes, ambas tienen la facultad de revertir la condena del tribunal de Porto Alegre.
El pasado lunes, Moro se manifestó respecto a los rumores de una posible revisión de jurisprudencia por parte del STF, por la cual no se podría apresar a un condenado tras la decisión que lo condena en segunda instancia sin antes agotar todos los recursos. Según el juez, si eso sucediese sería "desastroso".
"Una eventual alteración de jurisprudencia sería desastrosa para los avances recientes respecto al fin de la impunidad de la gran corrupción en Brasil", dijo el magistrado, en lo que los medios locales entendieron como un "mensaje" de cara al proceso de Lula.
Este jueves, además, el plenario del STF se pronunciará sobre el pedido de hábeas corpus preventivo realizado por la defensa de Lula, con el que los abogados pretenden evitar la reclusión del ex presidente hasta tanto se agoten todos los recursos a ser presentados.
Un hábeas corpus preventivo es un instrumento jurídico que se usa para asegurar la libertad de una persona, incluso si esa persona no está presa. El recurso se constituye como una garantía constitucional que se puede utilizar para evitar una reclusión considerada ilegal. En el caso de ser aceptado, el juez otorga un salvoconducto al solicitante.
Quien ya fuera presidente de Brasil entre 2003 y 2010 lidera todas las encuestas para convertirse por tercera vez en jefe de Estado, con un 37 por ciento en los últimos sondeos.
En el caso de que, por su condena, un tribunal electoral inhabilite al líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) para presentarse en las elecciones presidenciales de octubre, el escenario político brasileño mudará drásticamente hacia una situación que, por ahora, se presenta incierta para todos los partidos.