Colombia y Venezuela volverán a estar conectadas por tierra y aire desde este lunes. En sus buenos tiempos llegó a ser el paso fronterizo más activo de América Latina y que sigue siendo el gran símbolo de una línea limítrofe de más de 2.200 kilómetros.
El evento de reapertura tendrá lugar en el Puente internacional Simón Bolívar, que conecta a la ciudad colombiana de Cúcuta con el municipio de San Antonio de Táchira, en Venezuela.
Existe la expectativa de que esta reapertura beneficie a la población de la frontera que ha estado sometida a la merced de las bandas criminales, las cuales se aprovechan de la necesidad de tránsito y mercancías para controlar los pasos irregulares o trochas. También beneficia a los empresarios interesados en expandir sus comercios.
Sin embargo, será paulatina, porque la infraestructura necesita mantenimiento tras años de desuso y el personal debe ser recontratado. Un ejemplo es el puente de Tienditas, que tiene la infraestructura más moderna y es el más amplio, pero no será habilitado aún porque todavía está bloqueado por contenedores que puso el régimen venezolano en 2019 cuando el opositor Juan Guaidó trató de ingresar al país, sin éxito, ayuda humanitaria.
Los dos primeros puentes autorizados para el paso de vehículos y carga serán el Simón Bolívar y el Francisco de Paula Santander, estructuras con más de medio siglo de servicio. En ambos estará autorizado el paso nocturno de carga –entre las 19.00 y las 6.00 horas–, y durante el día se mantendrán como pasos peatonales. El puente de Tienditas, una moderna obra que nunca ha sido formalmente inaugurada, está llamado a tener un papel protagónico en la recuperación del comercio, pero todavía necesita unos tres meses de adecuaciones técnicas y de infraestructura, especialmente del lado venezolano. De momento los camiones llegarán a un punto del otro país y harán el traslado de la carga a camiones nacionales, explicaron esta semana los respectivos ministros de Transporte después de reunirse en Caracas.