La Oficina Nacional de Gestión de Riesgos y Catástrofes de Madagascar elevó este miércoles (09.02.2022) a 92 el número de muertos tras el paso del ciclón Batsirai, 60 de los cuales ocurrieron en el distrito de Ikongo, y advirtió que estas cifras pueden empeorar porque algunas zonas siguen estando incomunicadas. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que destruyeron casi 7.500 viviendas.
"Es la hecatombe", dijo por teléfono a la agencia de noticias AFP el diputado del distrito, Brunelle Razafintsiandrofa, precisando que "la mayor parte de las víctimas murieron por el derrumbe de sus casas". Según las autoridades, más de 94.000 personas se vieron afectadas y 112.115 desplazadas en el país. Numerosas ONG y agencias de la ONU empiezan a desplegar recursos y equipos.
El ciclón tropical se adentró en Madagascar en la noche del sábado al domingo, por una franja costera de 150 km de largo poco poblada y agrícola, antes de desplazarse hacia el centro de la isla, destrozando sus arrozales y haciendo temer una crisis humanitaria. El fenómeno climático dejó la isla el lunes por la mañana, y afortunadamente la capital, Antananarivo, y el principal puerto del país, Tamatave, en el nordeste, no se vieron mayormente afectados por las tormentas.
Pero Batsirai dejó un reguero de casas destruidas o inundadas, centros médicos y escuelas arrasadas y una veintena de carreteras y 17 puentes inutilizables, aislando a decenas de pueblos. "Cerca de 10.000 estudiantes no pueden ir a la escuela, 1.203 salas de clases fueron totalmente destruidas y 53 centros de salud primaria resultaron dañados”, informó la ONG alemana Welthungerhilfe.
"Los arrozales están dañados, las cosechas de arroz perdidas. Es la principal cultura de los malgaches y su seguridad alimentaria estará gravemente afectada en los próximos tres a seis meses si no actuamos rápidamente", dijo Pasqualina DiSirio, directora del Programa Alimentario Mundial (PAM) en el país, uno de los más pobres del planeta.
Francia anunció el envío de docenas de rescatistas y la instalación de sistemas de purificación de agua, además de financiar el envío de 75 toneladas de ayuda.