Días atrás, salió a la luz la noticia de que una joven polaca de 21 años, llamada Julia Wendell, aseguraba ser Madeleine McCann, quien desapareció en 2007 mientras estaba de vacaciones con su familia en Portugal.
Un investigador señaló que la prueba biométrica determinó que hay “diferencias en los rasgos” de la niña que desapareció en Portugal y la polaca.
Días atrás, salió a la luz la noticia de que una joven polaca de 21 años, llamada Julia Wendell, aseguraba ser Madeleine McCann, quien desapareció en 2007 mientras estaba de vacaciones con su familia en Portugal.
Luego de que Kate y Gerry McCain, padres de la niña, accedieran a realizarse pruebas genéticas para determinar la identidad de la joven y pese a que su madre biológica se negaba, finalmente se conocieron los primeros resultados.
Si bien algunos medios internacionales que siguen de cerca el tema aseguraron que los padres de Madeleine accedieron a realizarse un ADN con el fin de cotejar sus declaraciones. No obstante, esta versión aún no fue confirmada ni rechazada.
En lo que respecta a la investigación, fue Francisco Marco quien la lideró en su momento y ahora manifestó que en la prueba biométrica hay “diferencias en los rasgos de McCann” y la polaca.
El investigador, que es un especialista en el caso, se mostró lejano a creer en la versión de la polaca, pero dejó abierta una puerta a la duda: "Puedo pensar que es un fraude, pero no puedo decirlo sin pruebas", aseguró.
La joven de 21 años había asegurado, con un respaldo fotográfico, que tenía caracteristicas fisicas muy similares a las de la niña desaparecida, precisamente con un afección ocular extraña que tienen muy pocas personas.
Por otro lado, también aseguró que su familia adoptiva nunca le habló de su pasado y que intentó buscar su certificado de nacimiento, pero no pudo encontrarlo.
"Los recuerdos son todos muy borrosos y cuando he tenido conversaciones con mis padres, las cosas no parecen cuadrar y siempre intentan cambiar de tema", expresó.
Y siguió mediante un video en redes: "He vivido una vida muy dura y he sufrido muchos traumas, mi abusador era un pedófilo alemán que fue sospechoso en la investigación de Madeleine McCann".