Sus adversarios suelen llamarlo "burro", "animal" o simplemente "Maburro", debido a que carece de estudios universitarios, pero el mandatario se ha mostrado capaz de resistir todos los intentos de sacarlo del poder e incluso ha salido fortalecido.
Cuando Nicolás Maduro asumió el poder en 2013 tras la muerte del "padre" de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, muchos apostaron a que su mandato sería una pasantía de pocos meses, pero el actual presidente venezolano no sólo resistió sino que está en carrera para lograr la reelección este domingo.
Sus adversarios suelen llamarlo "burro", "animal" o simplemente "Maburro", debido a que carece de estudios universitarios, pero el mandatario se ha mostrado capaz de resistir todos los intentos de sacarlo del poder e incluso ha salido fortalecido.
La politóloga Carolina Escarrá explica a dpa que la presidencia de Maduro se ha caracterizado por ser un periodo “de resistencia” ante las embestidas de los enemigos internos y externos de la llamada Revolución Bolivariana.
"Ha sido un ataque de factores externos e internos que buscan destruir a la Revolución Bolivariana", afirma Escarrá, que defiende las políticas del Gobierno. "Pero la unión del pueblo, la Fuerza Armada Nacional (FAN) y el apoyo de la comunidad internacional han impedido que los planes desestabilizadores y violentos tengan éxito".
Maduro tiene buenas posibilidades de obtener la reelección el domingo para el periodo 2019-2025, a pesar de que Venezuela sufre de un cuadro de escasez de productos básicos, recesión y una hiperinflación que podría cerrar el año rondando el 13.000 por ciento, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Escarrá, profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), recordó que en los últimos dos años Washington impuso sanciones “que no perjudican a Maduro sino al pueblo venezolano” y han exacerbado la inflación y la escasez porque dificultan al Gobierno las importaciones de productos básicos como alimentos y medicinas.
Los críticos con el Gobierno atribuyen la crisis a casi 20 años de políticas socialistas basadas en los controles de cambios, precios y las expropiaciones al sector privado, lo que habría mermado la capacidad productiva venezolana.
Pero Escarrá destacó que Maduro ha respondido aumentando los programas de transferencia a los sectores más necesitados o aumentando los salarios de forma casi trimestral para contrarrestar los efectos de la inflación.
En cambio, el politólogo y crítico del Gobierno Carlos Raúl Hernández atribuye la permanencia de Maduro en el poder a que heredó una "estructura clientelar" creada por Chávez.
"Maduro heredó una estructura clientelar que le permitió comprar la lealtad de millones de electores, pero a la larga esto terminó por destruir la economía porque le quitó recursos al sector productivo para transferirlos a su base electoral. Esto es algo muy típico de los regímenes populistas", fustigó.
Sin embargo, Hernández indicó que esta estructura fue afectada por la propia crisis que en su opinión ha acabado con la capacidad adquisitiva de las becas y programas sociales del Gobierno.
"Esto quedó demostrado en las elecciones parlamentarias de 2015”, dijo al recordar que la oposición obtuvo alrededor del 60 por ciento del voto popular.
Hernández considera que desde entonces “la base de poder de Maduro se sustenta en el apoyo del alto mando militar” y el"control del poder judicial, lo que le permitió inhabilitar judicialmente a los opositores más populares y reprimir policialmente las protestas políticas y sociales.
Esto explicaría por qué Maduro logró neutralizar dos llamados a la rebelión popular por parte de la oposición en 2014 y 2017, llamados que, al fracasar en su cometido de lograr un cambio de Gobierno, terminaron por debilitar la credibilidad en el liderazgo opositor.
Hernández, catedrático de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), reconoce que el liderazgo de la oposición tiene parte de la responsabilidad en caso de que Maduro resulte reelegido el domingo, ya que “por razones difíciles de entender” decidió no participar en los comicios y llamar a la abstención.
De esa manera, el candidato opositor de mayor peso es el centrista Henri Falcón, quien decidió postularse sin el apoyo de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y cuyas posibilidades parecen inciertas por el llamado a la abstención.
Hernández insistió en que, a pesar de que existe un "ventajismo" en favor del oficialismo, la oposición unificada tendría buenas posibilidades de ganar los comicios ya que las encuestas atribuyen a Maduro un índice de rechazo que ronda el 80 por ciento.
Escarrá, sin embargo, desestimó que Maduro tenga semejantes niveles de rechazo y recordó que el año pasado el oficialismo logró derrotar a la oposición en las elecciones regionales y municipales, lo que a su juicio demuestra el apoyo del presidente socialista.
Esos comicios, sin embargo, también estuvieron condicionados por el llamado a la abstención de una parte de la oposición.
Hernández coincidió en recomendar a los votantes opositores "ejercer el derecho al voto así sea votando nulo”, ya que abstenerse en sus palabras significaría desperdiciar la oportunidad de expresar su descontento.