Rusia anunció hoy haber disparado a un destructor británico en lo que considera sus aguas territoriales del Mar Negro, pero el Reino Unido desmintió el hecho y explicó que la nave realizaba un “paso inocente por aguas de Ucrania” en el marco de una misión de entrenamiento de la OTAN.
Según el Gobierno ruso, un barco militar británico entró en el mar de las costas de Crimea, península ucraniana que Rusia anexó tras un levantamiento separatista apoyado por fuerzas militares rusas en 2014, y que "no reaccionó a la advertencia" de que “se utilizarán armas en caso de violación de las fronteras rusas".
Ante esta situación, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que un “barco de patrulla fronteriza realizó disparos de advertencia" y un avión llevó a cabo un "bombardeo de precaución en la ruta del destructor", según informó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, las autoridades británicas negaron el incidente.
"No se hizo ningún disparo de advertencia contra el 'HMS Defender'", dijo el Ministerio de Defensa británico vía Twitter y argumentó que “el barco de la Marina real estaba realizando un paso inocente a través de las aguas territoriales de Ucrania de conformidad con el derecho internacional”.
Según un comunicado de la Marina Real británica del 10 de junio, el buque "HMS Defender" se encuentra en la región para maniobras de la OTAN y "se separó temporalmente del grupo de trabajo para efectuar sus propias misiones en el Mar Negro”, frente a costas donde Rusia tiene una base naval y cuyas aguas han sido objeto de varios incidentes en el pasado.
"Durante las últimas semanas, el ‘Defender’, ha estado recibiendo un entrenamiento intensivo y trabajando en la operación Sea Guardian, la misión antiterrorista de la OTAN en el Mediterráneo", informó el comunicado de la armada británica.
El canciller de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo en Twitter que consideraba el incidente como una continuación de la "política agresiva y provocadora" de Rusia en el Mar Negro y el Mar de Azov.
Rusia ha realizado en esta región varias maniobras militares en los últimos meses, incluso el despliegue temporal en abril de más de 100.000 soldados en las fronteras con el este de Ucrania, cerca de donde aún se pelea una guerra separatista, y en la península de Crimea, una demostración de fuerza que provocó fuertes tensiones con las potencias occidentales.
En 2018, Rusia interceptó tres buques de guerra ucranianos y capturó 24 marineros que intentaban entrar en el Mar de Azov, compartido por los dos países. Fue el primer incidente armado directo entre ambos.