Existen actualmente en circulación unas 10.000 monedas virtuales en el mundo. El maricoin en principio es una más, pero tiene vocación de ser exclusiva de la comunidad LGTBQ+. Debutó el 31 de diciembre de 2021 en el marco de un proyecto piloto limitado al popular barrio gay de Madrid y a algunos establecimientos de esta onda en la región. Aparte de algunos locales en la capital, también se puede utilizar ya en algunos locales de Barcelona, Ibiza y Maspalomas (Gran Canaria).
Desarrollado con tecnología Algorand, el maricoin está impulsado por el programa de aceleración Algorand Miami Accelerator, por lo que sus creadores confían en que a lo largo del primer trimestre de 2022 esta criptomoneda cotice en las bolsas que admiten tal tecnología.
El alcance potencial del maricoin es enorme. Según se desprende de un informe elaborado por la organización Credit Suisse en junio de 2021, el poder adquisitivo del colectivo LGTBIQ+ en todo el mundo se cifra entre los 2,7 y 5,6 billones de dólares en las economías de los países del G20, la tercera o cuarta en importancia a nivel mundial, puesto que entre el 5% y el 10% de la población se identifica con esta comunidad. Es la llamada pink economy.
El maricoin se marca como meta acceder a Binance, el mayor exchange mundial. La moneda ya ha suscrito acuerdos con bitfy y Yieldly, que lideran estas bolsas en Brasil y Australia. En España negocia con Bit2Me y 2gether.
En enero está prevista la emisión de 250 millones de dólares en maricoins, al precio de un euro por cada 50 unidades. En el horizonte, la celebración en todo el mundo de las fiestas del Orgullo Gay de 2022 constatará su aceptación, pues se planea financiarlas con maricoins en 20 capitales mundiales.
Tras la nueva criptodivisa figura Juan Belmonte, quien asegura que ya hay una lista de espera para obtener maricoins con prima antes de que empiecen a cotizar. Él vislumbra el uso de la nueva moneda virtual como un factor de cohesión de la comunidad LGTBIQ+, que podrá transaccionar con divisa propia. Como concluye Francisco Álvarez Cano, director ejecutivo del proyecto, al ser un activo cotizable en un exchange, el maricoin podrá tensionar la demanda y ayudar a la consecución de derechos del colectivo.