Ninguno de los intentos españoles por desinflamar la crisis diplomática con Rabat da resultado. Ni la contención de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ni los avisos del presidente del Gobierno, , de que "no hay mejor ni mayor aliado de Marruecos dentro de la UE que España".
La embajadora del reino alauí, Karima Benyaich, ahora en Rabat, tras ser llamada a consultas, ha hecho este jueves nuevas declaraciones en las que anuncia nuevas represalias contra España. En su opinión esta crisis "ha desvelado las verdaderas intenciones de ciertos círculos en España" y que "persisten en querer dañar a los intereses superiores del Reino, desde la recuperación del Sahara marroquí en 1975"
Tenés que leerEspaña advirtió a Marruecos que no aceptará ninguna clase de chantajes La monarquía aluí sitúa de este modo el conflicto del Sáhara Occidental en el centro del debate, donde Marruecos es potencia ocupante, según el Derecho Internacional. Hasta que Donald Trump cambió la política exterior de EEUU sobre este tema y el 10 de diciembre de 2020 reconoció la soberanía marroquí, ningún país ha asumido de manera oficial la anexión. Pero desde esa fecha Marruecos presiona a España para que, como EEUU, varié su oposición. Primero con la suspensión 'sine die' de la Cumbre de Alto Nivel y ahora por la atención médica prestada en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Benyaich, que de nuevo ha hecho declaraciones a los medios de comunicación, convocados de urgencia, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, asegura que el Sáhara es "una causa sagrada del pueblo marroquí y de todas las fuerzas vivas de la nación". Y responde incluso a la petición de "confianza" y "respeto", realizada por el propio jefe del Ejecutivo. Según la embajadora, "el respeto mutuo y la confianza entre los dos países, están desgraciadamente replanteados hoy".
Por todo ello la representante marroquí, señala que "toma nota" y su Gobierno "actuará en consecuencia". La primera vez que Marruecos pronunció estas palabras o similares, a través de su responsable de Exteriores, Nasser Bourita, las autoridades aluitas dejaron de controlar sus fronteras y permitieron la llegada a Ceuta de miles de inmigrantes marroquíes, cientos de ellos jóvenes y niños, a los que se engañó con mensaje falsos en las redes sociales, para causar el mayor daño interno a España, porque no puede devolverlos a su país. Dos de ellos fallecieron.
Ahora Rabat anuncia de nuevo "consecuencias". También sube considerablemente el tono contra González Laya, que ha tratado de no entrar al trapo de las declaraciones de Marruecos y de la revelación de Bourira de que no mantienen contactos desde hace semanas. La ministra sí que dijo el miércoles que Ghali se marchará de España cuando acabe su tratamiento médico -Rabat exige que sea encausado por la Justicia española y sostiene que la crisis empeorará si esto o sucede- y al igual que Sánchez reclamó "respeto" a Marruecos.
La embajadora ha manifestado hoy que "deplora el carácter lamentable, la agitación y el nerviosismo que acompaña sus propósitos", ha apuntado a sus "desaciertos", sin precisar a qué se refería y ha insistido en que si realmente está siendo el altavoz de "algunos círculos españoles contra la integridad territorial del Reino".