Bajo un mar de teléfonos móviles y gentío, dos niños tratan de bailar. Les rodean decibelios de música y decenas de personas que siguen sus movimientos torpes y tímidos. La pareja que ocupa el centro de atención apenas ha cumplido los 12 años. Las imágenes captan la ceremonia nocturna de pedida de mano de un matrimonio infantil, un fenómeno ampliamente extendido en el país más poblado del mundo árabe que vuelve al primer plano público.
El vídeo de la ceremonia, difundido por las redes sociales, fue grabado en Ain Shams, un popular barrio del norte de El Cairo. Según las autoridades, que investigaron el suceso, la menor vive con su abuela, que confirmó la celebración pero trató de restarle importancia asegurando que se trataba de una "simple fiesta de compromiso".
Los fotogramas también captan el instante en que los novios se intercambian los regalos, entre las muestras de júbilo de unos presentes que ignoraron la más leve medida de protección en plena propagación de la Covid-19. Las familias de ambos menores se comprometieron por escrito a que el matrimonio sólo se consumaría una vez que cumplieran la mayoría de edad, una práctica habitual para sortear las prohibiciones. "El principal problema es que no existe en la ley de familia local ningún artículo que fije la edad de matrimonio", denuncia Suad Abu Dayyeh, una investigadora de la organización Equality Now. "Los menores que son obligados a casarse tienen supuestamente que esperar hasta cumplir los 18 años, que es cuando el contrato de matrimonio es registrado. Es un atajo para quienes perpetran el matrimonio infantil. Me niego a llamarlos padre o madre. Son auténticos perpetradores que violan los derechos humanos de los niños", agrega la activista.
Egipto: #13 en matrimonios infantiles
El gubernamental Consejo Nacional para la Infancia y la Maternidad, a cargo de las pesquisas sobre el caso que ha resucitado la atención pública sobre el fenómeno, reconoce que "este incidente y otros similares suponen un grave peligro para los niños y consagran el ciclo de la violencia". "Las familias deberían proteger a sus hijos de todo tipo de daños porque obligarlos a contraer matrimonio siendo menores afecta a su inocencia", agregan desde la entidad.
Tenés que leerDoce millones de niñas siguen siendo obligadas a casarse cada año, según UnicefSegún estadísticas oficiales, 117.000 de los egipcios que se casaron en 2018 no habían cumplido los 18 años. Pero las cifras resultan poco creíbles. Unicef sitúa a Egipto -cuya población supera los 100 millones de habitantes- en el puesto número 13 de matrimonios infantiles. "Es un fenómeno muy amplio que presenta varias modalidades. Una de ellas son los conocidos como matrimonios turísticos que no son registrados ante ningún tribunal", advierte Abu Dayyeh. Un tipo de matrimonio fugaz vinculado a los meses de verano en los que los hombres procedentes del golfo Pérsico optan por trasladarse a Egipto, donde pagan a las familias de las niñas a cambio de uniones no oficiales que son interrumpidas poco después. El matrimonio infantil está, además, asociado a la violencia de género, un auténtico tabú en la sociedad egipcia, y la mutilación genital femenina que se sigue practicando ilegalmente por profesionales sanitarios.
El caso de los niños de El Cairo no es un hecho aislado. El mes pasado las autoridades anunciaron que habían logrado abortar el enlace de una adolescente de 15 años y un joven de 17 en una aldea de la provincia de Sohag, en el sur del país, después de que un vecino denunciara las intenciones de ambas familias en una línea telefónica de protección a la infancia. La investigación desveló entonces que el novio ya se había casado con otra menor un año antes y que, fruto de esa relación no registrada, la pareja tuvo un hijo que carecía de certificado de nacimiento.
Las bodas cuentan a menudo con la complicidad del "mazun", el funcionario público encargado de registrar el enlace, quien urde la misión de eludir la legalidad, o de los funcionarios responsables de levantar acta del casamiento, que consienten uniones en las que al menos uno de los cónyuges es menor de edad.
A principios de este año, el Parlamento egipcio emprendió la tramitación de un proyecto de ley para criminalizar el matrimonio infantil. El borrador incluye cárcel y multas de entre 5.000 y 10.000 libras egipcias -entre 296 y 593 euros- para quienes acuerden el casamiento de menores. La propuesta, sin embargo, no ha sido finalmente aprobada en una legislatura que acaba de concluir. Unas semanas antes del intento de impulsar la ley, el Tribunal Supremo Administrativo del país árabe declaró que los matrimonios "orfi" -aquellos que no quedan registrados oficialmente- que involucran a menores son una violación de los derechos de la infancia.
La corte también instó a las autoridades y los medios de comunicación a cooperar en la persecución de "la controvertida práctica" después de que trascendieran los casamientos infantiles oficiados por un imam en una provincia del norte del país. "La pobreza alimenta estas situaciones pero no es una justificación. Lo que Egipto debería hacer es cumplir con las convenciones internacionales y aprobar una legislación que prevenga estas violaciones", concluye Abu Dayyeh.
Con información de El Mundo