Lunes 8.2.2021
/Última actualización 19:20
Desde que el año pasado abandonó la corte de la reina Isabel II para instalarse en Estados Unidos, a Meghan Markle le persigue el rumor de su supuesta ambición para acabar convertida en la presidenta de su país. Ahora, dicho rumor coge un poco más de fuerza con la noticia de que tanto ella como su marido, el príncipe Harry, mantuvieron una reunión con Gavin Newsom, gobernador de California y miembro destacado del Partido Demócrata.
Según ha confirmado la oficina de Newsom, el encuentro con el matrimonio de duques tuvo lugar de manera virtual en octubre del año pasado y quedó registrado en la agenda del gobernador con el título de “reunión preliminar”. En esa época, Newsom buscaba un reemplazo para la entonces senadora y hoy vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, lo que algunos analistas consideran una señal de que Meghan estaba considerando la posibilidad de entrar en política.
Meghan Markle nunca ha ocultado su afinidad por los demócratas. El pasado septiembre, tanto ella como el príncipe Harry aparecieron en un vídeo de la revista Time en el que pedían a los estadounidenses que participaran “en la elección más importante de nuestra vida” y “rechazar el discurso del odio, la desinformación y la negatividad en Internet”. Unas palabras con las que, si bien no mencionaban expresamente a ningún candidato, quedaba claro su apoyo a Joe Biden y su rechazo a Donald Trump, a quien en 2016 Meghan Markle ya tachó de “misógino”. Los duques de Sussex, por otro lado, tienen una buena relación personal con Barack y Michelle Obama, con Hillary Clinton o con la actual primera dama, Jill Biden, unos aliados poderosos para Meghan Markle si se decidiera a hacer carrera en política.
Es lo que algunas personas de su entorno han asegurado que tiene en mente. “Tiene los ojos puestos en la presidencia de Estados Unidos. Meghan encarna el sueño americano y un día podría convertirse en presidenta”, declaró el año pasado el periodista Omid Scobie, coautor de la biografía oficiosa de los duques de Sussex. “Una de las razones por las que Meghan no quiso renunciar a su nacionalidad estadounidense fue porque quería tener la opción de entrar en política. Si algún día ella y Harry renuncian a sus títulos, creo que considerará presentarse como candidata a la presidencia”, declaraba por su parte un amigo cercano de Meghan Markle a la edición estadounidense de Vanity Fair en septiembre de 2020.
La cuestión de los títulos, en efecto, sería un obstáculo para la supuesta ambición política de Meghan, quien aunque ya no ejerce como miembro de la familia real británica, sigue siendo duquesa de Sussex y teniendo el tratamiento de “Su Alteza Real”. En consecuencia, hay quien opina que tanto ella como el príncipe Harry seguirían obligados a mantener la neutralidad política a la que están atados los miembros de la realeza. Una neutralidad que habrían quebrantado y que la reina Isabel II debería salvar retirándoles sus títulos reales en la reunión que mantendrá con ellos el próximo marzo, cuando está previsto que la monarca revise el periodo de prueba de un año que pactó con ellos después de que decidieran abandonar sus funciones representativas.