El Litoral
La canciller alemana quiere saber la opinión del pueblo que fue convocado a elegir el próximo domingo.
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DPA
La canciller alemana, Angela Merkel, volvió a mostrarse hoy dispuesta a seguir las negociaciones sobre un nuevo programa de ayuda a Grecia, aunque sólo después del referéndum convocado para el domingo en el país heleno.
"La puerta a las negociaciones estuvo siempre abierta y seguirá abierta", dijo la líder cristianodemócrata (CDU) en el inicio de un debate en el Parlamento en Berlín.
Sin embargo, añadió, el gobierno en Berlín acordó esperar primero el resultado del referéndum convocado por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el que la población votará a favor o en contra de las reformas exigidas al país por los acreedores internacionales.
"Antes no se puede negociar ningún nuevo programa de ayuda", señaló Merkel, recordando además que para hacerlo necesitaría un nuevo mandato del Parlamento alemán.
"Podemos esperar con tranquilidad porque Europa es mucho más fuerte que hace cinco años, entre otras cosas gracias a la política de reformas impulsada mayormente por la postura de Alemania", dijo la mandataria. "Hemos tomado medidas de protección impensables en febrero de 2010".
Merkel se mostró abierta a buscar una solución negociada. La esencia de Europa es "la capacidad de llegar a un compromiso, pero uno en que las ventajas superen a las desventajas", aclaró. "Si no, Europa estaría perdida".
En un discurso interrumpido por aplausos de su fracción y por gritos y quejas de diputados opositores, Merkel elevó la crisis griega a un problema que va más allá de las ayudas en juego y pone en juego la idea de Europa.
"Son días turbulentos. El mundo nos mira. Pero el futuro de Europa no está en juego. Lo estaría si olvidamos quiénes somos y qué nos hace fuertes", concluyó.