Miércoles 23.5.2018
/Última actualización 11:16
Es la undécima visita oficial de la dirigente al gigante asiático desde que asumió la jefatura de Gobierno de Alemania en 2005 y se perfila además como una de las más complicadas, dados los numerosos frentes abiertos tras una serie de polémicas decisiones tomadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que han enrarecido el clima en el tablero global.
La exportación de acero se erige como el principal eje sobre el que pivotará la reunión que Merkel y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán este jueves, después de que Trump convirtiese la enorme industria acerera china en un blanco importante de sus políticas económicas.
El país asiático rechaza las acusaciones de Washington de vender su excedente de acero a otros mercados por debajo del costo de producción, aunque sí reconoce tener excedente de acero debido a las numerosas plantas siderúrgicas en el país.
A esta guerra comercial abierta se suma la decisión de Trump de establecer aranceles de un 25 por ciento a las importaciones de acero y del diez por ciento a la de aluminio, una medida que se ha interpretado como una afrenta directa a la potencia china.
Merkel, que a ojos de la comunidad internacional puede perfilarse como una mediadora en el conflicto comercial abierto entre Estados Unidos y China, también aprovechará su visita para reforzar las relaciones bilaterales con un gigante comercial, en el que Alemania tiene numerosos intereses económicos, sobre todo relacionados con su potente industria automotriz.
En concreto, la dirigente germana buscará que Pekín flexibilice las barreras que a día de hoy dificultan las inversiones extranjeras en el país. Así, mientras que las empresas chinas apenas cuentan con impedimentos para hacer negocios en Alemania, las compañías germanas se ven obligadas a contar con un socio chino para poder operar.
Sobre la mesa, los dos líderes también abordarán otros temas del ámbito internacional, entre ellos, Corea del Norte o la situación en Irán tras la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear sellado con Teherán en 2015. Asimismo, se espera que, durante su visita, la canciller haga un gesto a favor de la defensa de los derechos humanos en China.
En concreto, según pudo saber dpa, Merkel abogará durante su estancia en el país asiático por la puesta en libertad de Liu Xia, viuda del fallecido premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, y que permanece bajo arresto domiciliario en Pekín desde hace ocho años sin haber sido acusada de ningún delito.
Merkel, que asumió su cuarto mandato consecutivo en marzo, acude a Pekín después de haberse reunido el pasado 27 de abril en la Casa Blanca con Trump y la pasada semana en Rusia con el presidente Vladimir Putin, los otros dos "grandes jugadores" en el tablero global.