García Linera compareció en la sede del gobierno boliviano en La Paz, donde inicialmente estaba anunciado que sería el presidente Evo Morales quien hablaría ante los medios.
García Linera compareció en la sede del gobierno boliviano en La Paz, donde inicialmente estaba anunciado que sería el presidente Evo Morales quien hablaría ante los medios.
El vicepresidente aseguró que Morales ganó los comicios del pasado 20 de octubre "claramente", con una "mayoría abrumadora" sobre Mesa, según la agencia de noticias EFE y la prensa local.
Morales venció con el 47,08 por ciento de los votos, frente al 36,51 del ex presidente Mesa (2003-2005), con un margen del 0,57 por ciento para evitar una segunda vuelta.
La ley electoral exige el 50 por ciento de los votos más uno o el 40 con 10 puntos de ventaja sobre el segundo para vencer en primera vuelta, pero cuando no se logran estos porcentajes, se va a segunda ronda entre los dos más votados.
García Linera subrayó que el presidente obtuvo más de 640.000 votos por encima de su rival.
El censo electoral era de unos 7,3 millones de electores, con voto obligatorio para residentes en el país, casi 7 millones, y voluntario en el exterior.
El vicepresidente acusó al candidato opositor de realizar "un esfuerzo violento, terrible", para desconocer la victoria del oficialismo.
Al respecto, denunció una "campaña de agresiones" instigada por Mesa, con "quema ánforas" o urnas de votación.
Los días siguientes a la jornada electoral hubo asaltos a sedes regionales del órgano electoral, con incendios en algunas de ellas.
En este punto, reclamó a Mesa "que se sume" a la auditoría prevista por la OEA con apoyo de México, Paraguay, Perú y "otras naciones hermanas", como "la mejor manera de aclarar dudas".
"Esperamos una respuesta rápida y afirmativa del candidato perdedor", concluyó en una breve comparecencia, sin preguntas de los periodistas.
La situación en Bolivia está cada vez más polarizada entre defensores y detractores de Evo Morales, con movilizaciones en contra y a favor que fueron multitudinarias en La Paz y la vecina ciudad de El Alto.
El país vive en el día de la fecha una nueva jornada de paros, en la que están convocados bloqueos en las principales ciudades por parte de oposición y movimientos cívicos, mientras que el oficialismo llama a responder con movilizaciones en defensa de la victoria electoral de Morales.