México está a las puertas de una tercera ola de coronavirus luego de que Chihuahua y Baja California, dos estados limítrofes con Estados Unidos, comenzaran a registrar un nuevo repunte de infecciones. En dicho contexto, presenta el agravante de que es otro de los países con dificultades para acceder a las vacunas debido a la desigualdad en su distribución en favor de los más ricos.
El ministro de Salud, Jorge Alcocer, llamó este martes a "no bajar la guardia" para evitar que este nuevo brote se expanda a toda la nación, como se está observando en algunos países europeos y en el sur de América, sobre todo Chile, Brasil, Argentina y Paraguay. "Mientras siga activa la epidemia puede haber un rebrote", advirtió el viceministro de Salud, Hugo López Gatell, quien remarcó que "aún no se ha acabado el coronavirus ni en México ni en el mundo".
México, tercer país con más muertes en el mundo en términos absolutos después de Estados Unidos y Brasil, contabiliza 2.251.705 contagios y 204.399 fallecimientos, pero el índice de letalidad sigue siendo desmesuradamente alto, del 9,1%, equivalente a cuatro veces el promedio mundial.
El canciller Marcelo Ebrard, responsable de gestionar los contratos para obtener las dosis que permitan al país cubrir a la mayor parte de los 126 millones de mexicanos, alertó que "está creciendo" el grado de dificultad para acceder a las vacunas, debido a que se intensifica la inoculación en los países ricos. Por esta circunstancia, anunció que iniciará un viaje a Rusia, China, India y Estados Unidos para "garantizar que México acceda a los fármacos en los tiempos acordados".
470 mil vacunados en un día
La ocupación hospitalaria sigue disminuyendo en México, con un índice del 30% a nivel nacional y menor al 50% en la capital y su zona metropolitana. El presidente Andrés López Obrador señaló que "la situación no va a ser la misma" después de las vacaciones de Pascua, enmarcadas por una notoria avalancha de personas que salieron de las zonas urbanas rumbo a los destinos de playa, que se mostraron masivamente concurridos.
La mayoría del territorio nacional registra actualmente un avance amplio en el desconfinamiento. De hecho, no hay ningún estado en alerta roja, por lo cual existe total libertad de movimiento en los desplazamientos internos y externos.
Al margen de ello, López Obrador confía en que se mantenga la pandemia controlada y que no haya rebrote, a medida que la vacunación avance de manera acelerada. Este último proceso marcha con relativa velocidad, a tal punto que el Ejecutivo estimó que el pasado 31 de marzo se rompió un récord al aplicarse 470.000 dosis, si bien el promedio es de unas 300.000 por día. Hasta ahora, se ha inoculado a 9,2 millones de personas, la mayoría con la primera dosis, 6,5% de la población total, pero el objetivo es lograr la inmunidad de rebaño, que es del 80% (unas 80 millones).
El gobierno mexicano dijo que está a punto de completar la inmunización del personal médico de la primera línea y las personas mayores de 60 años, que suman 6,9 millones, aunque menos del 10% tienen la dosis completa de dos aplicaciones. En los próximos días, la vacunación se enfocará en los maestros para reanudar en breve las clases presenciales y en mayo está previsto iniciar la protección de las personas menores de 60 años.