Más de 2.500 personas fueron evacuadas como medida de precaución debido a un devastador incendio avivado por la ola de calor que azota el norte de la hermosa isla de Corfú, en Grecia.
Las temperaturas en el país alcanzaron los 46 grados y provocaron varios incendios forestales.
Más de 2.500 personas fueron evacuadas como medida de precaución debido a un devastador incendio avivado por la ola de calor que azota el norte de la hermosa isla de Corfú, en Grecia.
Ocurrió poco después de que más de 30.000 turistas se vieron obligados a huir por la misma razón en la isla de Rodas durante el fin de semana.
Grecia está experimentando una de las olas de calor más prolongadas de las últimas décadas, con temperaturas que alcanzaron los escalofriantes 46 grados el pasado domingo, lo que ha generado múltiples incendios forestales en distintas zonas del país.
El fuego se propagó en la zona norte de la isla de Corfú, situada en el mar Jónico al noroeste de Grecia y muy frecuentada por turistas. Como resultado, unas 2.466 personas tuvieron que ser evacuadas de manera preventiva durante la noche del domingo, hasta el momento no se habían reportado viviendas ni hoteles destruidos por las llamas.
Las autoridades emitieron alertas de evacuación a través de mensajes en los teléfonos móviles de los residentes y turistas en diversas localidades, instándolos a abandonar sus lugares de residencia por precaución.
El incendio se declaró el día anterior y aún continuaba ardiendo en una zona boscosa, donde 62 bomberos, apoyados por dos helicópteros y dos aviones cisterna, luchaban incansablemente contra las llamas, según informó el servicio de bomberos.
Por otro lado, en la isla de Rodas, ubicada al sureste de Grecia, más de 266 bomberos se encontraban trabajando intensamente para contener los incendios que se propagaban por el sur y oeste de esa isla perteneciente al archipiélago Dodecaneso, en el mar Egeo.
Otros incendios también seguían activos en distintas regiones de Grecia, como Egio, al norte del Peloponeso, Caristo, al sur de la isla de Eubea, y Beocia, al norte de Atenas.
La mayoría del país permanecía en "alerta roja", lo que significa un "peligro extremo" de incendios forestales, según informó un representante de la oficina de prensa de los bomberos.
Aunque se registró una leve disminución de las temperaturas, el pronóstico advierte que una nueva ola de calor se espera a partir del día siguiente, con temperaturas que oscilarán alrededor de los 37 grados en Atenas y alcanzarán los 42 grados en el Peloponeso, según EMY (Servicio Meteorológico Nacional de Grecia).
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