Martes 16.6.2020
/Última actualización 11:36
Miles de personas salieron este lunes a las calles de Atlanta (Georgia, EE.UU.) en repulsa por la muerte hace tres días de un afroamericano por disparos de un agente blanco, mientras que su familia exigió justicia y cambios en las fuerzas de seguridad.
La bautizada como "Marcha por la Justicia" se desarrolló de manera pacífica en los alrededores del Capitolio de Georgia, en el centro de Atlanta, para, según los organizadores, "instar a los legisladores a confrontar y abordar inmediatamente las fallas sistemáticas en la justicia penal y en el sistema electoral".
La marcha fue convocada por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, conocida por sus siglas en inglés NAACP, y comenzó en el edificio federal Richard Russell para culminar en el Capitolio estatal.
La manifestación coincidió con la reanudación del periodo legislativo en la Asamblea General de Georgia, suspendido desde marzo por la pandemia del coronavirus.
Captura de pantallaA la protesta se sumaron, de hecho, varios legisladores estatales demócratas, así como numerosos líderes negros y otras personalidades.
Al final de la protesta, un centenar de manifestantes bloqueó algunas calles del centro de la ciudad, sin que se registraran actos de violencia o arrestos.
Rayshard Brooks, de 27 años, murió el pasado viernes tras recibir dos disparos en la espalda por parte de un agente de la policía de Atlanta en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida después de resistirse a ser detenido por supuestamente conducir ebrio.
Las autoridades fueron llamadas porque Brooks al parecer se había quedado dormido en su vehículo, que estaba parado en el carril del servicio de comida para llevar del local Wendy's, donde ocurrieron los hechos.
ReutersLa familia de Brooks exige cambios en la policía
En paralelo, la familia de Brooks ofreció este lunes una rueda de prensa, junto a su abogado, en la que exigieron justicia y cambios en la policía.
En la ocasión habló la viuda de Brooks, Tomika Miller, que apareció acompañada por sus tres hijas menores de edad.
"No hay ninguna justicia que pueda hacerme feliz sobre lo que se ha hecho. Nunca volveré a tener de nuevo a mi esposo. Nunca volveré a tener a mi mejor amigo", se quejó la mujer.
"Nunca podré decirle a mi hija 'oh, él va a venir a llevarte a patinar o a clase de natación', me va a tomar largo tiempo recuperarme. Va a tener que pasar mucho tiempo antes de que esta familia se recupere", agregó la viuda.
La muerte de Brooks desató protestas el fin de semana que provocaron el incendio del restaurante en cuyo estacionamiento murió el joven y que terminaron con el arresto de decenas de personas.
Este caso se produce después de que el pasado 25 de mayo otro afroamericano, George Floyd, perdiera la vida a manos de un policía blanco en Mineápolis, lo que desencadenó una ola de protestas en distintas partes del país.