Jorge Briceño Suárez, nombre de guerra Víctor Suárez Rojas, alias "Mono Jojoy", tenía 57 años y era considerado el jefe militar de las FARC y todo un símbolo de la organización insurgente, cuyo principal dirigente sigue siendo Alfonso Cano.
Nacido en 1953 en Cabrera, una población de Cundinamarca, su padre fue también un jefe guerrillero de la región de Sumapaz, según afirman, lo que marca la duración del conflicto armado de Colombia.
Suárez Rojas era campesino cuando ingresó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a los 22 años, en 1975, como combatiente raso y sin más estudios que los primeros años del nivel primario.
En poco tiempo se convirtió en el cocinero de Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo", el mítico fundador de las FARC, en 1964, que falleció a fines de marzo de 2008, poco después de que otro ataque de las fuerzas regulares de Colombia arrasara un campamento guerrillero en territorio de Ecuador y matara a Raúl Reyes, su segundo en el secretariado.
Para entonces, Suárez Rojas, de tez blanca poco común en la región y corpulento, ya se había ganado el mote de "Mono Jojoy", por su habilidad para escabullirse en la selva para evitar los rastrillajes del Ejército colombiano.
El jojoy o mojojoy es un gusano grueso, del tamaño de un dedo humano y color blanco o amarillo, que causa escozor cutáneo a quien lo toque y que tiene una gran capacidad de ocultarse bajo tierra.
Ya convertido en el "Mono Jojoy", fue asumiendo nuevas posiciones de mando hasta convertirse con los años en el máximo jefe del Bloque Oriental, una de las grandes divisiones territoriales del movimiento y que bajo su mando llegó a tener 6.000 hombres, reducidos a menos de la mitad en la actualidad, según cálculos extraoficiales.
Tenía dotes para el mando, era querido por sus subalternos porque no dudaba en ponerse codo a codo para realizar las tareas más pesadas. "Su tropa lo apreciaba porque se metía en las labores de campo y se ponía las botas", según describió hoy Camilo Gómez, negociador de paz de Pastrana y uno de los funcionarios públicos que más lo conoció en los últimos años.
Sus acciones también hicieron que ocupara uno de los siete puestos principales en el secretariado, el organismo de conducción de las FARC.
Briceño era objeto de al menos 100 acciones judiciales entre condenas, órdenes de capturas y medidas de aseguramiento. Era uno de los hombres más buscados del mundo en los listados de la Interpol.
Fue conocido por la opinión pública colombiana en los 80 como negociador de las FARC, en una tentativa de paz con el gobierno de Belisario Betancur, según sendos despachos las agencias noticiosas ANSA y DPA.
Más adelante fue señalado como responsable de diversas tomas guerrilleras a poblaciones; asesinatos de políticos y de otras personas, entre ellas extranjeros; secuestro de soldados y policías; secuestros de civiles en carreteras; órdenes públicas de extorsión y amenazas de muerte contra alcaldes locales, entre otros.
Según la visión de los gobiernos colombianos, que lo mencionaban como una suerte de encarnación del mal, Briceño era el miembro del secretariado con mayor incidencia en actividades de narcotráfico.
En la época de tratativas de paz con el gobierno de Pastrana (1998-2002) fue uno de los negociadores principales y, al mismo tiempo, estratega militar, creador, entre otros, del plan para copar a Bogotá, uno de los principales retos de seguridad al comienzo del gobierno de Alvaro Uribe (2002-2008).
Fue el responsable máximo de la vigilancia de centenares de policías, militares y políticos secuestrados por las FARC desde finales de los 90, con la pretensión de canjearlos por guerrilleros prisioneros, demanda a la que no cedieron los últimos gobiernos.
Además, se lo señala como el cerebro de los secuestros de personalidades, políticos, policías y militares, a los que llamó "canjeables", y dentro de los que estuvieron la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, varios legisladores y tres ciudadanos estadounidenses, que recobraron su libertad el 2 de julio de 2008.
Los "canjeables" fueron una de sus cartas de negociación durante los fracasados diálogos de paz que la organización también realizó con el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002).
Tras la ofensiva del gobierno de Uribe en cada video suyo que capturaba el gobierno se le veía paulatinamente más delgado y cansado, consecuencia aparente de complicaciones de su diabetes y de las dificultades para acceder a los medicamentos básicos para tratarla.
Télam