Joe Biden finalmente cedió este domingo y no será candidato a presidente de los Estados Unidos en las elecciones de noviembre de este año.
Yerros, momentos incómodos, polémicas bilaterales y las dudas sobre su salud son algunos de los elementos que hicieron ceder su reelección.
Joe Biden finalmente cedió este domingo y no será candidato a presidente de los Estados Unidos en las elecciones de noviembre de este año.
Con las críticas de su contrincante y la presión interna, renunció a la reelección y apoyó a su vice Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata. Se barajaron los nombres de Gavin Newsom, J.B. Pritzke, Josh Shapiro e incluso Michelle Obama, que junto a Barack fueron de los más críticos a Biden en la instancia final.
Si bien, el debate presidencial de CNN fue un antes y después en la situación del actual presidente estadounidense, ciertos episodios ya habían puesto en duda sus condiciones de salud. Cabe destacar, que a pesar de las evidentes complicaciones que presentó durante los últimos meses, los partes médicos oficiales de la Casa Blanca sólo indicaron una leve dolencia en su cadera que provocaba una especie de renguera y se negaron a pruebas intensas a nivel cognitivo.
Errores, olvidos, caídas y polémicas alimentaron la imagen negativa de Biden. Este es un breve repaso sobre las secuencias más icónicas, dentro de una extensa lista:
Ocurrió en mayo de 2022. No fue el primero de los episodios virales (ya había nombrado a Kamala como presidenta y durante la gestión de la pandemia emitió números erróneos), pero sí uno de los de mayor repercusión.
Se trataba de un paseo durante un fin de semana de descanso en Delaware junto a su esposa Jill, durante su 45º aniversario de casados en su casa de Rehoboth Beach. “Me caí, por si no se dieron cuenta”, bromeó.
Durante noviembre de 2022, en la cumbre de ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) a la cual también asistió en 2021 y protagonizó situaciones incómodas, Biden quiso nombrar a Camboya y dijo “Colombia”.
"Quiero agradecer al primer ministro el liderazgo de Colombia como presidente de la ASEAN", inició su discurso aquel 12 de noviembre. Previo al viaje ya había cometido el error, pero en la primera ocasión llegó a corregirlo. Sus capitales se encuentran a más de 18.000 kilómetros de distancia.
Su gestión se vio atravesada por las medidas respecto a los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. Con viajes incluidos a los territorios de tensión, Biden tuvo un apartado especial de declaraciones particulares o momentos virales.
Antony Blinken, secretario de Estado y encargado de las relaciones exteriores, fue uno de los que sufrió cada segundo del presidente con un micrófono delante. Tras recorrer Medio Oriente en más de una ocasión con reuniones bilaterales, la llegada de Joe y el riesgo de una simple palabra que pudiera agravar el panorama fue una de las mayores pesadillas del alto funcionario.
El miércoles 20 de septiembre de 2023 recibió en Nueva York a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un evento que también se tornó viral por situaciones paralelas a los acuerdos de ambos países.
En su camino al escenario, Biden tropezó con el asta que sostenía la bandera de Brasil y poco le faltó para tumbarla.
Al concluir su intervención, el mandatario de Estados Unidos no estrechó la mano de Lula da Silva, hizo un gesto de despedida al público y abandonó el escenario.
Realizando un importante salto en el tiempo y dejando atrás caídas en las escaleras del avión presidencial u olvidos inmediatos de saludos durante actos oficiales, la situación más riesgosa se dio cuando Biden dijo que Xi Jinping, presidente de China, era un dictador.
"Bueno, mira, lo es", respondió el mandatario norteamericano tras la pregunta de una periodista sobre si el hombre del Partido Comunista chino era una especie de dictador. Lo más insólito es que horas antes en ese 16 de noviembre de 2023 habían mantenido una reunión privada en San Francisco.
El hecho, luego de un reclamo de la vocería china, no pasó a mayores y se logró calmar las aguas, pero Blinken otra vez lo sufrió.
Ante los ojos de aproximadamente 48 millones de espectadores estadounidenses, el debate presidencial organizado por CNN y montado principalmente como un show televisivo mostró a un Donald Trump que fue refutado en diversas ocasiones por desinformación, pero los flashes se los llevó un muy complicado Joe Biden.
La discusión entre los que hasta ese 27 de junio eran candidatos, expuso aún más al demócrata y desde entonces se potenciaron los reclamos desde la interna del propio partido.
Si se contrasta el desempeño de este año con el del debate en 2020, la situación de Biden queda más expuesta.
Ya arrinconado contra las cuerdas, el 11 de julio sumó un nuevo error insólito durante la cumbre de la OTAN en Washington.
Allí, debía presentar a Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, en el marco de negociaciones para incrementar su apoyo en la guerra con Rusia. En su lugar, dio lugar a que ingrese “Vladimir Putin”.
En la pelea presidencial, el pasado miércoles 17 de julio ya se encontraba en el suelo. Esto no impidió que se propinara uno de los últimos golpes antes de la obligada renuncia de este domingo.
Durante la edición especial del canal de televisión BET en la cual se hacía foco en el voto afroamericano, Biden no recordaba el nombre del secretario de Defensa, Lloyd Austin, y decidió llamarlo “el hombre negro”.