Al menos una persona murió y otras seis resultaron heridas, cuando un individuo lanzó una granada durante las oraciones en una mezquita de Kabul, en pleno mes sagrado musulmán de Ramadán.
Al menos una persona murió y otras seis resultaron heridas, cuando un individuo lanzó una granada durante las oraciones en una mezquita de Kabul, en pleno mes sagrado musulmán de Ramadán.
El suceso ocurrió en la mezquita de Pul-e Khishti, la más grande de la capital afgana, y "desafortunadamente, debido al lanzamiento de una granada un civil murió", dijo un miembro de la seguridad de la zona.
El Ministerio del Interior, que confirmó en un mensaje en Twitter el lanzamiento de la granada que causó al menos "seis heridos", añadió que "un sospechoso fue arrestado e interrogado durante el incidente" y la investigación se encuentra todavía en curso.
Este atentado se produce cuando la población celebra Ramadán, la festividad más importante para los musulmanes, y tras meses de cierta calma en Afganistán, después de que la caída de Kabul a manos de los talibanes el pasado 15 de agosto coincidiera con una serie de atentados en el país, algunos de los más mortíferos en mezquitas.
Varios de esos atentados los reclamó el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se convirtió en la principal amenaza contra el régimen talibán después de la salida de las fuerzas internacionales de Afganistán tras dos décadas de ocupación.
Dos de esos atentados ocurrieron dos viernes consecutivos el pasado octubre en mezquitas de la atacada minoría chií, considerada apóstata para los yihadistas del EI, en la provincia norteña de Kunduz y en la meridional Kandahar.
Esos atentados suicidas causaron al menos 80 y 60 muertos, y más de un centenar de heridos, y el último ataque de relevancia en una mezquita ocurrió el pasado noviembre en la provincia oriental de Nangarhar, que causó 15 heridos.
El peor ataque yihadista tras la toma de Kabul por los fundamentalistas ocurrió el pasado 26 de agosto, cuando un atentado contra el aeropuerto internacional capitalino, donde se aglomeraban cientos de personas que trataban de abandonar el país en algún vuelo de evacuación, dejó alrededor de 170 muertos.
Desde entonces, los talibanes han lanzado una serie de operaciones contra el EI en varias de las provincias afganas, lo que ha llevado aparentemente a que la amenaza yihadista disminuya en el país.
Con información de Télam