Una mujer de 104 años saltó en paracaídas en Chicago, Estados Unidos, y ahora espera ser reconocida por el récord Guinness como la persona de más edad en haberlo hecho.
El domingo, Dorothy Hoffner dejó su andador justo antes de llegar a la avioneta y recibió ayuda para subir la escalerilla y unirse a los demás.
Una mujer de 104 años saltó en paracaídas en Chicago, Estados Unidos, y ahora espera ser reconocida por el récord Guinness como la persona de más edad en haberlo hecho.
Dorothy Hoffner, se lanzó en un paracaídas al oeste de Chicago, en Estados Unidos, y se convirtió en la persona más grande del mundo en hacerlo. “La edad es solo un número”, dijo Hoffner ante el público que la animaba poco después de tocar tierra el domingo.
La mujer espera, ahora, ser reconocida de manera oficial por la institución Guinness para así ser galardonada con el reconocido récord, que hasta el momento lo poseía la sueca Linnéa Ingegerd Larsson, que el año pasado saltó de un paracaídas con 103 años.
El récord Guinness para el paracaidista de más edad lo estableció en mayo de 2022 la sueca Linnéa Ingegärd Larsson, de 103 años.
Por eso, Skydive Chicago comenzó a realizar el proceso para que Guinness World Records certifique el salto de Hoffner como la nueva marca.
Lejos de ser ser la primera vez que salta en paracaídas, Hoffner tuvo esa experiencia por primera vez a los 100 años.
El domingo, dejó su andador justo antes de llegar a la avioneta y recibió ayuda para subir la escalerilla y unirse a los demás que esperaban dentro.
Aunque la primera vez que saltó tuvieron que empujarla de la aeronave, el domingo, enganchada a un instructor certificado por la Asociación Estadounidense de Paracaidistas, Hoffner insistió en ser la primera en lanzarse desde 4.100 metros (13.500 pies) de altura.
Parecía tranquila y segura cuando, en pleno vuelo, la puerta del avión se abrió para revelar un paisaje de campos de cultivo poco antes de dirigirse al borde y saltar al vacío.
El salto completo duró siete minutos, incluyendo el lento descenso en paracaídas hasta su aterrizaje en una zona con pasto.
Los amigos se apuraron a felicitarla, mientras alguien llevaba su andador rojo. Se levantó rápidamente y a la pregunta de qué sentía al volver a pisar tierra firme, respondió: “Maravilloso”.
“Pero fue maravilloso allí arriba. Todo fue hermoso, maravilloso, no podría haber sido mejor”, agregó.
Tras la hazaña, su mente se centró rápidamente en el futuro y en próximos desafíos. Hoffner, que nació en Chicago y cumplirá 105 años en diciembre, apuntó que lo próximo podría ser volar en un globo aerostático. “Nunca he estado en uno de esos”, dijo.