Viernes 25.12.2020
/Última actualización 11:52
Unas peculiares y en ocasiones tristes fiestas de Navidad se celebraron este jueves, con millones de personas obligadas a cancelar sus planes o a limitar los festejos por las restricciones impuestas en numerosos países para luchar contra la propagación de la pandemia.
El coronavirus mató a más de 1,7 millones de personas en todo el mundo y los focos de contagios que siguen surgiendo recuerdan que, pese a la llegada de las primeras vacunas, la vida no volverá tan rápido a la normalidad.
El papa Francisco celebró su tradicional misa de Nochebuena con apenas 200 invitados, rigurosamente separados y con mascarilla, en la inmensa basílica de San Pedro. El horario se adelantó dos horas, a las 19H30 locales, para cumplir el toque de queda vigente en Italia, que comienza a las 22H00.
"El tiempo que tenemos no es para autocompadecernos, sino para consolar las lágrimas de los que sufren", declaró el papa Francisco, según la homilía, dirigida a más de 1.300 millones de fieles en todo el mundo.
"Hablamos mucho, pero a menudo somos analfabetos de bondad", añadió el papa. "Insaciables de poseer, nos lanzamos a tantos pesebres de vanidad, olvidando el pesebre de Belén".
Afuera, la monumental Plaza de San Pedro, iluminada con su gran árbol de Navidad, estaba totalmente desierta.
Agencias La monumental Plaza de San Pedro, iluminada con su gran árbol de Navidad, estaba totalmente desierta.La monumental Plaza de San Pedro, iluminada con su gran árbol de Navidad, estaba totalmente desierta.Foto: Agencias
Antes, durante el día, una pequeña multitud asistió a la tradicional procesión de Navidad en las calles, que atrae normalmente a miles de peregrinos, bajo un cielo gris y lluvioso, al ritmo de tambores y gaitas.
En Estados Unidos, donde el COVID-19 sigue causando estragos con casi 3.300 muertos y 223.000 casos confirmados en 24 horas, la víspera de Navidad también está marcada por la pandemia.
En su club en Mar-a-Lago, Florida, el presidente saliente Donald Trump, cada vez más aislado en su cruzada para tratar de revertir la victoria presidencial de Joe Biden, publicó sus deseos de fin de año en Twitter, entre varios otros tuits insistiendo sin pruebas en el "fraude" de una elección "amañada".
En un mensaje grabado en compañía de Melania Trump, el multimillonario estadounidense elogió el "milagro navideño" del inicio de la campaña de vacunación que ya ha permitido administrar una primera dosis a un millón de estadounidenses, según las autoridades.
Imagen ilustrativaAustralia, que este año fue citada varias veces como ejemplo de buena gestión sanitaria, se enfrenta actualmente a un repunte de casos en el norte de Sídney, cuyos habitantes solo podrán invitar a sus a casas a diez adultos, o cinco si viven en "el epicentro" del foco de contagios.
En el noreste de Siria, controlado por los kurdos, los habitantes ignoraron la pandemia y asistieron a una ceremonia de iluminación de un abeto en barrio cristiano, bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad.
La mayor parte de Europa también se enfrenta a uno de los inviernos más tristes, con un resurgimiento epidémico en varios países.
En Reino Unido, miles de camioneros pasaron la Nochebuena bloqueados cerca del puerto de Dover, en el sur de Inglaterra, sin saber cuándo podrán pasar, obligados a presentar una prueba negativa de covid-19 para ingresar al continente.
Ante el repunte de la pandemia en Brasil (el segundo país más enlutado del mundo con casi 190.000 muertos, por detrás de Estados Unidos), el alcalde de Río de Janeiro prohibirá la noche del 31 de diciembre el acceso al barrio de la famosa playa de Copacabana, para evitar las aglomeraciones en la última noche del año.
Habitualmente, millones de personas se dan cita en esta playa para admirar los fuegos artificiales de la tradicional fiesta de fin de año, cuya cancelación se anunció en julio.
Por ahora, Sídney aún prevé recibir a 2021 con su famoso espectáculo de fuegos artificiales. La primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, prometió que el show de siete minutos tendrá lugar "pase lo que pase".