Presumía de un linaje real que se remontaba hasta el zar de Rusia Pedro I el Grande, por lo que no es de extrañar que Lady Butter formase parte del círculo íntimo de su majestad desde su más tierna infancia, ya que tenían muchas cosas en común.
La nonagenaria descendiente del zar Pedro I de Rusia había devuelto una condecoración de gran importancia tras la invasión rusa de Ucrania.
Presumía de un linaje real que se remontaba hasta el zar de Rusia Pedro I el Grande, por lo que no es de extrañar que Lady Butter formase parte del círculo íntimo de su majestad desde su más tierna infancia, ya que tenían muchas cosas en común.
Inscrita como Myra Wernher en su nacimiento en 1925, Lady Butter se crió en Thorpe Lubenham, cerca de la localidad inglesa de Market Harborough siendo la menor de los tres hijos del teniente general Sir Harold y Lady Zia Wernher. Tenía un hermano mayor, Alex y una hermana mayor, Gina.
Sus raíces rusas le venían por parte de madre, ya que Lady Zia era hija de la condesa Sophie de Torby, a su vez nieta del célebre escritor del siglo XIX Aleksandr Pushkin. Un parentesco del que se sentía especialmente orgullosa, ya que en 1986 creó el premio literario Pushkin, con sede en Escocia, que reunía a alumnos escoceses con estudiantes procedentes de San Petersburgo. El resultado de su iniciativa fue la concesión de la Medalla de Pushkin, la más alta condecoración rusa, pero decidió devolverla tras la invasión de Ucrania: "Es insoportable ser testigo del terrible sufrimiento que se está produciendo en estos momentos. Lo único que desea todo ser humano es vivir en un mundo pacífico y solo nos queda rezar para que la guerra termine lo más rápido posible", declaraba entonces.
También a través de su madre se relacionó con Felipe de Edimburgo, visitante frecuente de su vivienda de infancia. Más tarde lo defendió constantemente de las acusaciones de no ser un buen partido para la reina, y tras su muerte afirmó que “caminaba un paso por detrás, pero jamás lo estuvo como persona”.
Trabajó como enfermera auxiliar durante la Segunda Guerra Mundial mientas su padre participaba en los preparativos de la Operación Overlord, nombre en clave de la Batalla de Normandía. Hacia el final de la guerra conoció al que sería su futuro marido, el comandante del segundo batallón de la Guardia Escocesa David Butter. Los dos se casaron en 1946 rodeados de invitados de la realeza entre quienes se encontraban la reina María, la entonces princesa Isabel y la princesa Margarita. La princesa Alejandra de Kent fue una de sus damas de honor, mientras que su hermano pequeño, Miguel de Kent, fue uno de los pajes. También asistió a la ceremonia su madrina, la princesa Luisa Mountbatten, posteriormente reina consorte de Suecia.
La pareja se instaló en Perthshire y tuvieron cinco hijos: Sandra, Marilyn, Rohays, Georgina y Charles. Lady Butter dedicó su vida a la filantropía, ostentando el cargo de presidenta del condado de las girl scouts, fundando una residencia para personas con discapacidad física y ejerciendo de fideicomisaria para los premios Duque de Edimburgo. Enviudó en 2010 y le sobreviven sus hijos.