La NASA probó este jueves con éxito los motores del cohete SLS que había tenido problemas de encendido y que se prepara para una misión no tripulada a la Luna antes de fin de año.
El éxito de la prueba es un alivio después de que un test anterior con el cuerpo principal del cohete, de 212 pies (65 metros) de altura, en el Centro Espacial Stennis se interrumpió en enero.
La NASA probó este jueves con éxito los motores del cohete SLS que había tenido problemas de encendido y que se prepara para una misión no tripulada a la Luna antes de fin de año.
En la segunda prueba los cuatro motores RS-25 del cohete -cada uno del tamaño de un automóvil- se encendieron simultáneamente durante ocho minutos, produciendo un máximo de 1,6 millones de libras de empuje (7,1 millones de newtons).
"Los aplausos dicen mucho sobre cómo se siente el equipo", dijo Bill Wrobel, un funcionario a cargo de la prueba, durante una transmisión en vivo luego de que los presentes en la sala de control comenzaran a aplaudir.
El éxito de la prueba es un alivio para la NASA después de que un test anterior con el cuerpo principal del cohete, de 212 pies (65 metros) de altura, en el Centro Espacial Stennis se interrumpió en enero.
La NASA emitió una declaración después de esa prueba que decía que "no se requerían reparaciones importantes", luego de que los motores se apagaran solo un minuto después del encendido.
La prueba de este jueves era necesaria para recopilar datos sobre cómo se comporta el cuerpo principal del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) durante operaciones críticas, como acelerar los motores hacia arriba y hacia abajo, moviéndolos en una variedad de patrones.
Los ingenieros analizarán los datos y decidirán si el escenario está listo para ser restaurado y transportado en barcaza al Centro Espacial Kennedy, en Florida.
Allí se ensamblará con las otras partes del cohete SLS y la cápsula de tripulación Orion, que se están preparando para el lanzamiento de la misión sin tripulación Artemis I a finales de este año.
El programa SLS se ha visto afectado por retrasos y sobrecostos, e inicialmente debía estar operativo en 2016. Ars Technica, un sitio de información tecnológica, reportó esta semana que la NASA estaba realizando una revisión interna de su asequibilidad.
La NASA dijo en agosto que el costo de desarrollo de referencia era de 9.100 millones de dólares y la capacidad inicial de los sistemas terrestres requería 2.400 millones.
Si bien SLS es más potente que el cohete Falcon Heavy de SpaceX utilizado para poner satélites en órbita y llevar tripulaciones a la Estación Espacial (ISS), la compañía de Elon Musk también está trabajando en un prototipo de cohete llamado Starship que será capaz de explorar el espacio profundo.