El Litoral
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu afirmó este lunes en Francia que "la paz progresará si los palestinos reconocen a Jerusalén como la capital de Israel", en vísperas de su reunión con los cancilleres de la Unión Europea, a la que cuestionó su "doble moral" en torno a la crisis en Medio Oriente.
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Télam
Netanyahu hizo hincapié en que Jerusalén es la capital de Israel desde hace siete décadas y que la paz "debe basarse en una realidad", y remarcó que si "el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quiere la paz, venga y se siente a negociar".
"Es nuestra capital y nunca ha sido la capital de otro pueblo", subrayó y agregó que cuando los palestinos lo acepten se podrá avanzar "en el camino de la paz".
En una conferencia conjunta luego de una reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el israelí apuntó contra el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, que hoy calificó a Israel de "Estado terrorista" que "asesina niños".
"No estoy habituado a recibir lecciones de moral de un líder que bombardea y mata a gente inocente", replicó Netanyahu.
De esta forma, Netanyahu llevó a tierras europeas el conflicto en Medio Oriente que se desató esta semana luego de que el presidente estadounidense Donald Trump reconociera unilateralmente a Jerusalén como capital de Israel, medida rechazada por la comunidad internacional.
Si bien la reunión de mañana en Bruselas con los cancilleres de la región estaba acordada antes del anuncio de Trump, se prevé que este tema sea el punto excluyente a tratar por Netanyahu con los ministros europeos.
De hecho, horas antes de aterrizar en París, Netanyahu cuestionó la "doble moral" de los gobiernos de Europa respecto del conflicto.
"Escucho voces que condenan esta decisión histórica, pero no escucho condenas a los ataques con cohetes contra Israel (desde la Franja de Gaza) o la terrible incitación al odio en su contra", cuestionó Netanyahu, quien dijo no estar dispuesto a "aceptar esta hipocresía".
Con intención de apaciguar las aguas, Macron le pidió este lunes a Netanyahu que "le dé una chance a la paz" y que emplee "gestos valerosos hacia los palestinos" para "salir del estancamiento" de la crisis y posibilitar el proceso de paz, pero que -concretamente- congele la colonización. Al tiempo que condenó "todas las formas de ataques en las últimas horas días contra Israel", informó el diario francés Le Figaro.
Más diplomático, el francés esquivó la pregunta sobre si Estados Unidos puede seguir siendo un mediador para la resolución del conflicto. "Es demasiado pronto para decirlo", respondió y quedó a al espera de las propuestas estadounidenses y la acogida de israelíes y los palestinos.
Minutos más tarde, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo a la CNN que justamente la decisión de Trump sobre Jerusalén "puede comprometer definitivamente los esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos".
Pero en París, Macron se comprometió a que su país ayude "a construir la paz" y desaprobó nuevamente la decisión de Washington, ya que "es peligrosa para la paz" y también "para la seguridad de Israel".
"La única solución (...) es permitir el establecimiento de dos Estados, uno junto a otro", y eso estará en función de la negociación entre ambos", zanjó Macron.
La llegada al Viejo Continente del mandatario israelí ocurre en momentos en los que algunos de los principales líderes europeos fustigaron la decisión estadounidense, considerada histórica por Israel. El rechazo también se hizo escuchar hoy en las calles de varias ciudades y se multiplicaron las protestas.
En Beirut, capital del Líbano, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y agua contra una multitud que protestaba frente a la embajada estadounidense, reportó la BBC.
Además, unas 10.000 personas, según cálculos de medios locales, se concentraron hoy frente a la embajada de Estados Unidos en Yakarta, la capital de Indonesia. En tanto, bombas molotov fueron lanzadas contra la sinagoga de Goterborg, en Suecia, con un saldo de tres detenidos. También se escucharon fuertes consignas contra Trump en Kabul, Afganistán, que tomaron este giro como "un insulto al mundo islámico".
Bajo el lema "El pueblo quiere la liberación de Palestina", hoy Rabat, capital de Marruecos, fue el escenario más convocante donde cerca de 50.000 personas se congregaron en paz, informó la agencia de noticias EFE.
Las protestas fueron corolario de una semana agitada en la que los enfrentamientos en los territorios palestinos y los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza provocaron la muerte de cuatro palestinos y lesiones a más de 1.200, según informó el Ministerio de Salud palestino, que precisó que unos 150 de los heridos fueron alcanzados "por municiones reales".
En este marco de creciente tensión, el Vaticano llamó hoy a los líderes mundiales a comprometerse para evitar "una espiral de violencia" en Jerusalén y ratificó su "convicción" por una solución "de dos Estados".