El Litoral
Nicaragua dio un paso a favor del diálogo nacional luego de que su presidente, Daniel Ortega, invitara a la CIDH, a la ONU y a la Unión Europea (UE) a investigar las cerca de 200 muertes ocurridas en dos meses de protestas antigubernamentales, una crisis cuya violencia, sin embargo, no cesa.
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El Ejecutivo envió a última hora de ayer su invitación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la UE, tal como fue acordado la semana pasada en el marco de un diálogo entre gobierno y oposición que es encabezada por la Iglesia.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, informó a través de Twitter que un equipo técnico del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) llegará a Managua el próximo martes.
Explicó que la tarea de ese equipo será acompañar a la Comisión de Verificación y Ciudadanía conformada en la mesa del diálogo y apoyar a la sociedad civil.
El Ejecutivo también accedió al ingreso de representantes del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, y una delegación de la UE, como parte de los requisitos para destrabar el diálogo nacional, consignaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
"Informamos que nuestra oficina ha recibido la carta del Gobierno otorgándonos acceso al país. Nuestro equipo está coordinando la logística para dicha visita y prontamente informaremos los detalles", indicó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en América Central en una nota de prensa.
El lunes pasado, la Conferencia Episcopal, mediadora y testigo del diálogo, suspendió las tres mesas de trabajo creadas para superar la crisis debido a que el gobierno no presentó copias de las cartas de invitación a esos organismos internacionales a visitar el país.
Las partes también conformaron la denominada Comisión de Seguridad y Verificación, integrada por 12 miembros y que se encargará de trazar un plan para levantar las barricadas que mantienen los manifestantes en distintos puntos del país.
El Gobierno de Ortega aseguró que asistirá a la mesa de diálogo cuando sea nuevamente convocada y reiteró su propuesta de que sean creadas "comisiones locales de paz" para "frenar la ola terrorista".
La vicepresidenta, Rosario Murillo, esposa de Ortega, dijo que el diálogo, la seguridad y la paz son las prioridades de las familias nicaragüenses.
Mientras, la denominada Coordinación Universitaria por la Democracia y la Justicia instó al sector privado a decretar un paro nacional por 48 horas, como una medida de protesta a fin de detener la violencia estatal.
Durante la jornada de ayer se registraron brotes de violencia en las ciudades de Masaya, Estelí y Diriamba, que dejaron al menos seis heridos.
Las protestas contra Ortega y su esposa comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Con información de Télam.