Justo cuando en muchos países empezaban a comprender los efectos letales del abuso del fentanilo y la oxicodona, otro opiáceo analgésico ha salido de los archivos farmacéuticos como droga callejera mortal.
Fue desarrollada en los años 50 con fines medicinales, pero nunca fue aprobados. Ya causa muertes en EE.UU. y el Europa.
Justo cuando en muchos países empezaban a comprender los efectos letales del abuso del fentanilo y la oxicodona, otro opiáceo analgésico ha salido de los archivos farmacéuticos como droga callejera mortal.
Conocidos comúnmente como nitazenos, se dice que los opioides benzimidazoles son hasta 500 veces más potentes que la heroína, lo que hace a las personas más propensas a la adicción.
Las agencias sanitarias y antidroga de Europa y Estados Unidos informan de un aumento del número de sobredosis y muertes relacionadas con los nitazenos.
Hay indicios de que, mientras las autoridades toman medidas drásticas contra el fentanilo, y el cultivo de heroína en Afganistán se ralentiza bajo el régimen talibán, los nitazenos se están mezclando con otras sustancias, como la heroína y el fentanilo, e incluso con el cannabis.
Los nitazenos, una clase de más de 20 compuestos químicos sintéticos, se desarrollaron originalmente en la década de 1950 como analgésicos opiáceos. Pero nunca se aprobó su uso en medicina humana o veterinaria.
Las drogas sintéticas, como los nitazenos y el fentanilo, no crecen de forma natural ni se cultivan como la heroína o el cannabis, sino que son fabricadas artificialmente por el ser humano mediante sustancias químicas.
Empezaron a aparecer como sustancias ilícitas en torno a 2019 en el Reino Unido, Estados Unidos y los países bálticos, aunque algunos informes sugieren que varias muertes por drogas ocurridas en Rusia en 1998 también estuvieron relacionadas con los nitazenos.
Son drogas psicoactivas, lo que, según una definición de la Organización Mundial de la Salud, significa que "afectan a los procesos mentales, incluida la percepción, la conciencia, la cognición o el estado de ánimo y las emociones".
No todas las sustancias psicoactivas son adictivas, pero se dice que los nitazenos son mucho más potentes que sus "análogos" naturales -drogas como la morfina y la heroína- y, como consecuencia, los expertos afirman que es más probable que produzcan dependencia.
En una carta abierta a la revista Lancet Public Health en febrero de 2024, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) escribió que los nitazenos "se han identificado cada vez más en los análisis post mortem de [muertes] relacionadas con drogas desde 2022." Hay indicios de que los nitazenos se están mezclando con otras drogas ilícitas para reducir el coste de su producción.
Adam Holland, de la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Bristol, comentó -también en Lancet Public Health- que se detectaron nitazenos en sustancias vendidas como otros opioides y productos derivados del cannabis.
"Esto significa que muchos consumidores están utilizando nitazenos sin darse cuenta, sin ser conscientes de los riesgos a los que se enfrentan", escribió Holland. Y parte de ese riesgo es que la gente no puede juzgar cómo dosificar los fármacos que toma, porque, sencillamente, no sabe lo que está tomando.
Un informe de 2022 del Consejo Asesor sobre el Uso Indebido de Drogas (ACMD) del Reino Unido citaba una revisión de los "primeros estudios" en los que los científicos administraron a ratones compuestos de benzimidazoles, incluidos el isotonitazeno -conocido como ISO en las calles norteamericanas- y el etonitazeno.
Esos estudios indicaban que el isotonitazeno era 500 veces más potente que la morfina y el etonitazeno 1.000 veces más potente que la morfina.
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