Oficiales de la ciudad de Nueva York repartieron el pasado fin de semana 62 multas a quienes violaron las normas de distanciamiento social impuestas en las zonas de Brooklyn y Queens con brotes de coronavirus, que ascienden a un total de 150.000 dólares.
Entre los multados, informaron funcionarios de la ciudad, se encuentran cinco instituciones religiosas que no han sido identificadas.
Las infracciones se producen en un momento en el que la ciudad de Nueva York está registrando un aumento constante de contagios, pero concentrados en una decena de distritos de Brooklyn y Queens, la mayoría de ellos donde reside una parte importante de la comunidad judío ortodoxa.
Esta circunstancia ha llevado al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, a establecer medidas estrictas en las zonas más afectadas, entre las que se incluyen el cierre de colegios y la prohibición de llevar a cabo ceremonias religiosas de más de 10 personas, y a pedir específicamente a los judíos ortodoxos que cumplan con las normas.
Todo el que no lo haga se expone a multas de hasta 15.000 dólares, además de 1.000 dólares de penalización para las personas que se nieguen a llevar tapaboca, algo que se ve con frecuencia en las comunidades hasídicas.
"Para que Nueva York sea una ciudad segura debemos trabajar juntos", dijeron este domingo en las redes sociales las autoridades de la ciudad, que recordaron que las zonas con brotes en Brooklyn y Queens seguirán recibiendo atención médica y test gratuitos de coronavirus, recogió la agencia de noticias EFE.
En las últimas semanas, el gobernador criticó duramente a las autoridades de la ciudad, a las que acusa de no implementar las medidas que el estado ha diseñado para evitar la propagación del coronavirus.
"La gente ve que la ley no se implementa, y entonces la descartan", dijo Cuomo en una llamada telefónica con reporteros el domingo.
La comunidad ortodoxa se ha resistido a las medidas del estado de Nueva York impuestas la semana pasada y, en una denuncia presentada ante los tribunales, un grupo de rabinos y sinagogas aseguraban que con las normas se violaba la primera enmienda de la constitución de EEUU, la libertad de religión.
Sin embargo, el pasado viernes un juez desestimó la demanda, a la vez que Cuomo recordaba que con sus medidas no está señalando a la comunidad judío ortodoxa, sino clarificando que este grupo "no recibirá un trato especial".