La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advirtió que el síndrome de fuga capilar (CLS) debe agregarse como un nuevo efecto secundario al etiquetado de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus.
Se trata del síndrome de extravasación capilar, una afección extremadamente rara. Se revisaron solo seis casos sobre decenas de millones de aplicaciones.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advirtió que el síndrome de fuga capilar (CLS) debe agregarse como un nuevo efecto secundario al etiquetado de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus.
"El comité de seguridad de la EMA ha llegado a la conclusión de que las personas que previamente han tenido síndrome de extravasación capilar no deben vacunarse con Vaxzevria (antes vacuna COVID-19 AstraZeneca)", resaltó la entidad en un comunicado.
Además, precisó que el síndrome de fuga capilar "debe agregarse a la información del producto como un nuevo efecto secundario de la vacuna, junto con una advertencia para crear conciencia entre los profesionales de la salud y los pacientes sobre este riesgo".
"El síndrome de extravasación capilar es una afección grave muy rara que provoca una pérdida de líquido de los vasos sanguíneos pequeños (capilares), lo que provoca hinchazón principalmente en brazos y piernas, presión arterial baja, engrosamiento de la sangre y niveles bajos de albúmina en sangre", describió la EMA.
El Comité llevó a cabo una revisión de seis casos de síndrome de fuga capilar en personas que habían recibido la vacuna, "la mayoría de los casos ocurrieron en mujeres y dentro de los 4 días posteriores a la vacunación", informó la EMA.
"Tres de los afectados tenían antecedentes de síndrome de extravasación capilar y uno de ellos falleció posteriormente", puntualizó el organismo europeo.
Este nuevo efecto secundario, extremadamente infrecuente, se añade a los tromboembolismos. En abril, la EMA concluyó una investigación y afirmó que hay un "posible vínculo" entre la vacuna de AstraZeneca y casos de coagulación sanguínea inusual detectados semanas después de la inyección, por lo que decidió incluir este cuadro clínico entre los efectos secundarios muy raros de esta vacuna.
No obstante, la EMA no definió ningún factor de riesgo concreto, como la edad, el sexo o un historial médico concreto, y mantuvo su evaluación positiva entre los beneficios y riesgos de la vacunación con AstraZeneca, puesto que previene hospitalizaciones y fallecimientos entre personas contagiadas con la covid-19.
Según los datos oficiales, hasta el 27 de mayo se habían administrado más de 78 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca en Reino Unido y en el Espacio Económico Europeo (EEE), que incluye los 27 países de la Unión Europea (UE), junto a Islandia, Liechtenstein y Noruega.
Por otra parte, la EMA instó a las farmacéuticas y los profesionales de la salud a informar sobre casos de miocarditis o pericarditis en pacientes que hayan recibido alguna de las vacunas contra el covid-19 autorizadas en la UE, para completar una evaluación en curso sobre su posible relación entre la fórmula y esas inflamaciones.
Según la Agencia Europea de Medicamentos, se continúa evaluando, desde el pasado mes de abril, "los informes de miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) y pericarditis (inflamación de la membrana que rodea el corazón) notificados en un pequeño número de personas" a las que fue administrada una o dos dosis de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca o Janssen.